Es la divinización de la aurora en la mitología hindú, según se recoge en el Rig-Veda (v.). Se la representa unas veces como encantadora doncella, que danza por los cielos y al danzar descubre sus ocultos tesoros, otras veces como hija del Sol, otras como su amante o su esposa, otras como su madre.
Pero siempre es bella y poética, esparce la luz, despierta y anima a todos los seres y es rica en caballos y en toda clase de bienes. Hija de la luz, es transportada en un carro luminoso, arrastrado por espléndidos corceles, triunfa de sus enemigas las tinieblas, penetra en las casas y despierta todas las mañanas al son de los himnos que fervorosamente entonan sus fieles.
A. M. Pizzagalli