Personaje de la novela de William Faulkner (1897-1962) Santuario (v.), en el que el autor ha querido representar al hombre mecanizado producto de la nueva civilización, opuesto a las figuras míticas del Sur heroico tantas veces cantado en sus novelas.
Popeye es un gángster, jefe de una banda de fabricantes clandestinos de alcohol, que tienen su guarida en una plantación abandonada cerca de Jefferson. Popeye es un degenerado y un impotente, que el autor nos describe de la siguiente manera: «Sus ojos parecían botones de caucho, y en general tenía esa calidad viciosa, sin profundidad, de la hojalata». Es él quien realiza la perversión de Temple Drake (v.), la joven universitaria que a causa de un accidente de coche ha ido a parar a la plantación.
Popeye viola mecánicamente a Temple y después la hace violar de nuevo por Red en su presencia. Temple, por su parte, símbolo de la juventud «absurdamente frívola», quedará profundamente marcada por su contacto con Popeye y por su estancia en el prostíbulo, y así reaparecerá en Réquiem por una mujer (v.). Pero a la vez Temple será la perdición de Popeye: por celos matará a Tommy y a Red y acabará ajusticiado por un crimen no cometido. La oposición entre Popeye y los hombres del viejo Sur aparece manifiesta en su diálogo con Horace Benbow, cuando éste le dice: «Usted probablemente nunca ha sabido lo que es un pájaro, a menos que no cante en una jaula en el vestíbulo de un hotel o cueste cuatro dólares servido en un plato».