Protagonista de tres comedias orientales de Carlo Goldoni (1707-1793): La esposa persa (v.), Hircana en Julfa (v.) e Hircana en Ispahan (v.). Ircana es quizá la más completa representante de un tipo femenino goldoniano que no sólo anuncia el Romanticismo, sino que lo supera anticipadamente, presentándonos una pasión fogosa y sin retóricas, un sentimiento íntimo sin patetismos y un pudor orgulloso y sin equívocos.
Junto a ella vemos dibujarse la figura de Giannina (v.), del Abanico (v.). Si las demás mujeres de Goldoni parecen no tener otra misión que la de engarzarse graciosa y prudentemente en la vida de los varones, Ircana expresa bravíamente su vida de mujer y, a pesar de que su tipo procede de las más remotas fantasías de la «commedia dell’arte», aparece ante nuestros ojos como dotada de una extraña modernidad. Su condición de esclava es, aunque Goldoni no atinara en ello, un símbolo: en ella la antigua servidumbre femenina se rebela, pero esta rebelión es totalmente instintiva, sin ideas ni ideologías, generosa y a la vez egoísta, estrepitosa, pero si conviene socarrona, y siempre soberanamente ilógica.
Sin embargo, Ircana está dispuesta a responder a esta falta de lógica con su persona, y tal vez ello pueda considerarse como un rasgo más de su modernidad.
U. Déttore