[Evander]. Divinidad arcádica en su origen, los romanos le identificaron con Fauno y le tuvieron por hijo de Carmenta y Mercurio, y por ello, descendiente de Atlante y, según Virgilio (v. Eneida), unido con vínculos de sangre a los troyanos, que provienen igualmente de Atlante a través de Dárdano; el mismo Virgilio le hace descender también de Palante para explicar el nombre de Palanteo, ciudad fundada por Evandro a orillas del Tíber y cuya denominación, según una opinión etiológica, habría dado lugar a la del monte Palatino (Liv. I, 5, 1).
Parece que Evandro hubo de huir de la Arcadia (las fuentes no dicen por qué razón o dan versiones vagas y contradictorias) y emigrar a Italia, donde introdujo el alfabeto y edificó la mencionada ciudad. En ella acogió a Hércules (v.), que acababa de dar muerte a Caco, e instituyó un culto en su honor, el del Ara Maxima (Virg. En. VIII, 185 y ss.; Liv. I, 7, 3 y ss.; Ov. Fastos I, 543 y ss.). En Virgilio, Eneas (v.) pide a Evandro su alianza contra el enemigo común, los latinos y rútulos; recibido hospitalariamente, obtiene el auxilio deseado: cuatrocientos jinetes guiados por Palante, hijo de Evandro, quien le despide lleno de emoción.
Tras haber reunido otras fuerzas en Etruria, Eneas consigue llegar hasta los suyos, a pesar de que Turno (v.) trata de cortarle el paso; Palante muere en la refriega, en tanto Eneas ocasiona grandes pérdidas a los rútulos (según Servio, existe una versión en la que Palante muere después de su padre, a causa de una sublevación). La famosa lamentación de Evandro (XI, 152 y ss.) a la llegada de los restos de su hijo está llena de ternura y, a la vez, de viril orgullo por la muerte gloriosa que el padre augura va a ser pronto vengada; siente hacia el hijo un profundo cariño, pero también un no menor celo de su honor. Evandro es el símbolo de una virtud primitiva, fruto de una vida sencilla pero llena de fuerza moral.
A. Ronconi