Es el segundo «bogatyr» (héroe) del Ciclo de Kiev, en la épica rusa. Su existencia no es tan sencilla como la de Ilia Muromec (v.) y sus actos son mucho más confusos, de tal modo que no es fácil interpretarlos.
Sin duda en su personalidad épica, construida gradualmente por el pueblo a través de las variaciones de los cantos transmitidos de boca en boca, se fundieron dos personalidades históricas: la del tío del príncipe Vladimir (v.), Dobrynia, y la del héroe del siglo XIII que las crónicas recuerdan como caído en la lucha contra los tártaros. Pero no menos que en las «byline» sobre Ilia Muromec, el elemento fantástico ha contribuido a la formación de la personalidad de Dobrynia Nikitich, cuya hazaña principal, la muerte de la serpiente, debió de inspirarse en los cantos religiosos relativos a San Jorge.
Indudablemente su victoria sobre la serpiente es el rasgo que el pueblo ruso ha apreciado siempre más en la figura de Dobrynia. También es característica de las «byline» sobre Dobrynia Nikitich, en comparación con las relativas a Ilia Muromec, su distinta actitud frente a las mujeres. Mientras Ilia es un hombre de ruda pureza que, en cierto sentido, desdeña a la mujer, Dobrynia es tierno, delicado e inclinado a sufrir. Tiene además una aventura con la maga Marinka, la cual, para vengarse de una ofensa, le transforma en toro salvaje.
La influencia de los temas fabulosos de brujas y hechiceras, tan difundidos en Rusia, es evidente. Pero hay que tener también en cuenta que la eventual relación que pueda establecerse entre la bruja Marinka y Marina Mniszek, la esposa polaca del falso Demetrio, significaría desplazar algunos de los cantos relativos a Dobrynia a una época bastante más tardía, cosa que por lo demás no deja de ser frecuente en las «byline» del Ciclo de Kiev, continuamente contaminadas por cantos posteriores, especialmente de carácter histórico.
E. Lo Gatto