Personaje de la novela El extraño caso del Doctor Jekyll y Mister Hyde (v.), de Robert Louis Steven- son (1850-1894).
El moderno brujo ha descubierto cómo, gracias a un bebedizo que sólo él sabe preparar, el hombre puede transformarse en otro ser que realiza y lleva al máximo la capacidad de mal y el impulso al delito que late en cada uno de nosotros; y luego volver a recobrar su primitiva personalidad, lleno de laboriosos remordimientos y de un sincero afán de hacer el bien.
Pero no por ello deja de ser aquel mismo hombre que una vez más, y luego siempre, sentirá germinar de nuevo en sí el sugestivo hechizo del delito: el amable Dr. Jekyll, humano y cordial, querrá volver a transformarse en el satánico Mr. Hyde, de velludas manos y repugnante aspecto, verdadera bestia humana que desconoce la compasión. Y cuando Hyde quiere recobrar los rasgos del honrado doctor, no es porque le torture el remordimiento, sino para escapar, después del más horrendo de los delitos, a las pesquisas de la policía.
Tal vez, y sin esfuerzo, en la historia de las fascinadoras experiencias y de las alternancias entre los rasgos humanos y los impulsos bestiales en un Londres finisecular, pueda verse un significado simbólico: .el del viejo dualismo entre el bien y el mal, presentado bajo un nuevo aspecto. El mal sale derrotado: Mr. Hyde, en la imposibilidad de hallar todos los ingredientes de su mágico bebedizo, se da la muerte. ¿Temor a la justicia y horror al patíbulo? Tal vez no: si existe, para todos los pecadores, una misericordia, también a él, en quien se encarnan todos los males, debe haberle tocado una partícula de la suprema luz.
En efecto, con el diabólico Mr. Hyde moría también un hombre no indigno de la gracia, un hombre apenado y dolorido, un aristocrático doctor que había amado y había logrado hacerse amar.
G. Falco