[Claire Peggotty]. Personaje de la novela David Copperfield (v.) de Charles Dickens (1812-1870), la «sirvienta de gran corazón» de la epopeya burguesa dickensiana, es la figura más cercana al protagonista y la que durante más tiempo conserva la lozanía de su esbozo inicial.
Primero en su afecto por su dueña, «su querida niña», y luego en el amor por el «señorito David» (v.), Clara pasa su vida sin grandes cambios, siempre atareada y afectuosa y siempre dispuesta a regresar de su casa de campo para dar una mano o prestar un consejo humilde y sincero.
Desde cuando con sus brazos redondos y rojizos estrechaba contra su pecho pletórico a David niño, hasta cuando tiene que levantar un poco la cabeza para mirarle, lo importante para ella es que David esté bien: todo lo demás — su matrimonio con Barkis (v.), sus ganancias y sus pérdidas — no tiene ningún valor: aun tratando bien a todo el mundo, los demás apenas le interesan; no exagera en nada, no teme a la muerte, y en su insignificancia se encara con todo sin perder ni un punto su firmeza ni su serenidad.
Y verdaderamente la insignificancia es su auténtica significación artística, que le impide caer en el sentimentalismo y en el melodrama, permitiéndole conservar hasta el final, hasta su modesta desaparición de la escena, el calor y la ingenuidad de las viejas cosas buenas y el hechizo de los recuerdos inútiles. Con ella el realismo psicológico de Dickens alcanza uno de sus mejores logros, y Peggotty es uno de los personajes más simpáticos de la novela, tal vez más aún que el propio Copperfield.
N. D’Agostino