Protagonista del primer cuento del Decamerón (v.). Ser Ciappelletto, como los franceses, entre quienes vivía, llamaban al notario Ser Ciapperello da Prato, es el héroe o mejor el artista del mal que lleva a cabo las acciones consideradas reprobables con la más completa entrega de su alma y con un goce desinteresado, propio de quien ejerce una vocación.
Totalmente ajeno a la vida moral y a los remordimientos, no suscita repugnancia ni horror, sino una viva admiración por el vigoroso ingenio que despliega en sus poco loables empresas, sin jamás desfallecer. Más que impío es irreligioso. Pero a pesar de ello, Ciappelletto — y menos aún su autor— no piensa jamás en ofender o negar a Dios y a lo sumo podría decir de Él con las palabras de un famoso epigrama: «No le conozco».
M. Fubini