Edén (Stanislaw Lem)

Stanislaw Lem es considerado uno de los autores de ciencia-ficción más reputados y de mayor ‘calidad’ literaria (tema espinoso éste y en el que uno prefiere no entrar aquí; habrá otros momentos). Continuando una tradición heredada del XVIII y cuyo magnífico representante fue Jonathan Swift, Lem utiliza la ficción y la fantasía como recursos para especular acerca de determinados aspectos de la psicología y el carácter humanos, como la soledad, la incomprensión o la injusticia.
Aunque “Edén” no se cuente entre sus obras más conocidas (como “Solaris” o los relatos de “Ciberíada”), sí que encontramos en ella esa capacidad de observación y los planteamientos de índole moral a los que aboca. En esta novela, una nave espacial tripulada por seis hombres se estrella en un planeta conocido como Edén durante un viaje de reconocimiento. A partir del accidente, Lem narra los esfuerzos de estos exploradores por arreglar los desperfectos de su vehículo y, al mismo tiempo, conocer el mundo en el que han ido a parar. En sus primeras salidas, descubren atónitos formas de vida completamente desconocidas que actúan según patrones en absoluto comprensibles para ellos: los habitantes del planeta parecen ignorarles en ocasiones, aunque otras veces les agreden; hallan lo que parecen fosas comunes donde se amontonan cuerpos de extraterrestres, pero nada induce a pensar que se produzcan enfrentamientos entre ellos. Así, de manera paulatina, los humanos entran en contacto con esa especie extraña, y tratan de comprender su organización, su saber y su forma de pensar.
Por supuesto, Lem maneja muy bien los recursos literarios y presenta toda esta información en un crescendo que suscita el interés y la curiosidad del lector. Asistimos a una toma de contacto muy peculiar, que no hace sino conducirnos al planteamiento de cuestiones tan básicas como ignoradas: ¿quién tiene la potestad de juzgar ante una situación en la que no está implicado?; ¿cómo tomar partido si no se conocen los problemas de fondo?; ¿qué perspectiva es más válida, la del que observa o la del que es observado?
Utilizando una narrativa llana y sin ‘fuegos artificiales’, Lem envuelve al lector en su red fabuladora sin que la parte de ficción enturbie el propósito que se ha marcado. Obviamente, la fantasía es necesaria para poner en marcha el juego que el autor prepara, pero el andamiaje de su novela se fundamenta en esas cuestiones —morales o no, a gusto de cada cual—, no en el aparato imaginativo que suelen desplegar ciertos autores de ciencia-ficción. Quizá por ese motivo, “Edén” es un libro interesante, que consigue atrapar al que lee más allá de su forma, a la manera de un ensayo, pero con la eficacia de la mejor literatura.
Aun con todo, es palmario el hecho de que Lem, como escritor (en el más lato sentido), deja algo que desear. Maneja con sabiduría e intuición los recursos que tiene a su alcance para pergeñar la novela, pero estos son escasos y manidos. Su tratamiento de los personajes, por no ir más allá, es perezoso y desinteresado, como si fueran simples marionetas con el único fin de servir de apoyatura a la historia. Al contrario de otros autores (me vienen a la cabeza Simmons o Ballard), su prosa no está muy bien articulada, atiende más al conjunto que a la literatura, y eso, qué duda cabe, desmerece el conjunto. Sin embargo, su propuesta no es por ello menos válida, por lo que “Edén” resulta ser, salvando las distancias, una novela muy interesante.

FICHA DEL LIBRO
ENLACE AL LIBRO: CONVERTIR ESTE LIBRO «
TÍTULO=»Edén (Stanislaw Lem)»
ENLACE DE DESCARGA: ENLACE DE DESCARGA (En el banner vertical)
REFERENCIA Y AUTOR: «Edén (Stanislaw Lem)»

PDF


FORMATOS DISPONIBLES: EPUB,FB2,MOBI

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.