Nacido en Lucena, fue discípulo del humanista Juan de Vilches, y luego se estableció en Granada donde fue amigo de los más notables ingenios; allí asistió a la tertulia literaria del alcaide del Generalife, Granada Venegas; durante la rebelión de los moriscos en las Alpujarras, peleó contra ellos cuatro meses. Estudió Medicina en Granada, Osuna y Sevilla, ejerciéndola en Osuna (1571-73), siendo amigo del Duque de este título. Ejerció el cargo de regidor de Archidona (1586-91) en donde se había casado siendo médico del Municipio.
Encontraba exagerado el lenguaje poético de Herrera, y aunque era amigo suyo escribió un soneto satírico, verdadero centón de las voces gratas al jefe de la escuela poética sevillana, que le contestó adecuadamente sin que la amistad sufriera interrupción. Además de escribir poesías a la manera tradicional castellana, y a la italiana, escribió Los diálogos de la Montería en prosa. Rodríguez Marín ha probado que esos Diálogos son de Barahona fundándose en el lenguaje, en el que abundan andalucismos propios del reino de Granada, diminutivos y voces de origen árabe; en que hay numerosísimas citas de Las Lágrimas de Angélica (su gran poema narrativo, a la italiana, Granada 1586), y en no pocos elogios que el autor tributa a este poema.
Los Diálogos se mantienen por tres interlocutores: Montano, Solino y Silvano (en el cual Barahona se ha representado a sí propio); y se escribió para el que fue con el tiempo tercer Duque de Osuna. Es el más notable de los libros de caza españoles. Barahona de Soto, amigo de Silvestre, Gaspar de Baeza, Juan Latino, Pedro de Padilla, Pedro de Cáceres, Hernando de Acuña y Hurtado de Mendoza, los raros ingenios de Granada, murió en Antequera antes de cumplir los cuarenta y nueve años.
C. Conde
Enciclopedia Montaner