[Yügiri y el torbellino de Awa]. Drama japonés en tres actos para el teatro de marionetas, de Chikamatsu Monzaemon (1653-1724). De la vida de Yügiri, una especie de Dama de las camelias (v.) japonesa, el famoso escritor nipón supo sacar los elementos de una verdadera obra de arte, que fue representada por primera vez en 1710 en el teatro Takemoto-za de Osaka.
Yügiri, en el mundo Teru, es el nombre de un personaje histórico. Era una famosa cortesana de una casa de té del Shinmachi, el barrio del placer de Osaka. Cuando la muerte la arrebató, apenas cumplidos los veintiséis años, en 1678(pues había nacido en 1652), había alcanzado gran notoriedad por su belleza, su habilidad en el canto, en la música, en la poesía y en las demás artes. Su muerte suscitó gran emoción en Osaka, hasta el punto de que el actor Sakata Tojuro (1645-1709) pensó aprovecharse de ello llevando un mes después a la escena el drama Yügiri-Nagori no Shōgwatsu [El adiós de Yügiri en enero]. El drama de Chikamatsu comienza en la casa de té donde Yügiri recibe. Ha tenido un niño de su amante Fujiya Izaemon, quien ha sido repudiado por su familia a causa de su conducta libertina. Yügiri, entonces, para asegurar la subsistencia al niño, hacer creer a Hiraoka, rival de Izaemon, noble rico, que es hijo suyo, por lo cual Hiraoka decide adoptarlo.
También su esposa es del mismo parecer, tanto más cuanto que aquel matrimonio no ha tenido descendencia: el afecto de ambos se concentra, pues, en el pequeño, y Yuki, la esposa de Hiraoka, llega hasta el punto de ir, disfrazada de hombre, a la casa de té de Yügiri a quien desea tener como nodriza. Se conviene así que Yuki pagará el rescate de Yügiri, para que ésta pueda dejar la casa de placer. En tanto, Izaemon, reducido a un estado lamentable de miseria, quiere ver por última vez a su hijo, por lo que disfrazado de portador de litera se introduce en el cortejo que transporta a la joven a casa de Yuki. Pero Hiraoka lo reconoce, y en el colmo de la indignación lo echa junto con Yügiri y su hijo. El amo vuelve a conducir entonces a la muchacha a la casa de té intentando aliviar su dolor; Yügiri, abatida por el dolor, enferma y siente próximo su fin, cuando de repente llega un mensaje enviado por la madre de Izaemon para anunciar que acepta a Yügiri por esposa de su hijo.
El drama, si por un lado muestra gran sencillez de acción y carece de fuertes contrastes psicológicos, por otro es rico en sentimientos y en dulzura, hasta el punto de parecer casi un poema lírico. Esto explica su inmenso éxito y las numerosas imitaciones derivadas de él.
Y. Kawamura