[Covenant Vivien). Cantar de gesta francés del siglo XII, en estrofas de versos decasílabos asonantados, y en parte rimados. Se agrupa, por su contenido, con el Cantar de Guillermo (v.) y el Aliscans (v.). Vivien (v.), sobrino de Guillermo de Orange (v.), armado caballero el día de Pascua, jura que no retrocederá nunca un paso ante los sarracenos.
Pero el ejército cristiano sufre una derrota terrible en Aliscans, por parte del rey de Córdoba, Deramed; en vano el joven caballero lucha valerosamente (hasta la crueldad: en medio de su furor mata y manda matar mujeres y niños); aplastado por el número, ante la destrucción de sus fuerzas, se decide a pedir ayuda a su tío Guillermo. Éste llega al campo de batalla donde los cristianos están ya en franca derrota y donde se demuestra el incomparable heroísmo de Vivien; cinco mil paganos caen bajo el ímpetu de los cristianos, entre alaridos terribles. Así termina el cantar que señala el principio de la tremenda y dolorosa lucha que su tío Guillermo habrá de sostener con el paganismo (v. Cantar de Guillermo, Aliscans). Vivien desempeña un papel importante en las Historias narbonenses de Andrea da Barberino, si bien el autor se desprende, en ellas, de su viejo modelo y trata libremente de hechos y personajes; comparece también entre las imitaciones y redacciones del ciclo de Guillermo de Orange, especialmente en el poema alemán de Wolfram von Eschenbach, Willehalm (v.).
Como en buena parte de los personajes de los cantares de gesta, existe también acerca de Vivien un poema que celebra sus empresas juveniles, las Mocedades de Vivien [Enfanees Vivien], en que el héroe, hijo de Garin d’Anseune, es entregado, siendo niño, al sarraceno Marados, a cambio de su padre, a quien aquél tenía prisionero. Salvado inopinadamente en el momento en que iba a ser ejecutado, puede, al cabo de poco tiempo, combatir y matar a Marados, y después de varias aventuras volver al lado de sus padres. Joven valeroso, fiel a su palabra aun cuando sabe que ésta le costará la vida, está ligado por fuerte y tierno afecto a sus tíos Guillermo y Guiburc, y pensando en ellos, en su dolor, herido y moribundo, se lamenta de ello. Aparece también en el ciclo de Guillermo de Orange; viene a ser el Roldán. (v.) del ciclo carolingio, pero -queda como pálida copia de su gran modelo.
C. Cremonesi
* Jules Lemaitre (1853-1914) volvió a tomar el tema en una de sus exquisitas «reviviscencias»: «El voto de Vivien», que forma parte de la obra Al margen de los viejos libros (v.).