[Urvasī reconquistada por el valor]. Drama de Kālidāsa (siglos IV-V), príncipe de los poetas clásicos de la India, autor del famosísimo Abhijñānaśākuntala (v.), de otro drama titulado Mālavikāgnimitra (v.) y de obras poéticas como el Raghuvaṃśa (v.), el Meghadūta (v.), el Ŗtusaṃhāra (v.). El Vikramorvaśīya está dividido en cinco actos y tiene por tema los amores del rey Purūravas (v.) y de la ninfa Urvasī (v.). Esta ninfa, raptada por un demonio, es libertada por el rey Purūravas y entre ambos se enciende una tierna pasión amorosa.
Después se separan, pero por breve tiempo, pues Urvasī desciende del cielo de Indra al jardín real y deja escritas en una corteza de abedul unas palabras de amor dirigidas a Purūravas. Pronto es reclamada Urvasī por el cielo, donde debe desempeñar el papel de Lakşmī (v.) en un drama compuesto por Bharata; entre tanto, la comprometedora corteza de abedul cae en manos de la reina, la cual se siente agraviada. Durante la representación celestial, Urvasī, con las vestiduras de Lakşmī, cuando se le pregunta el nombre de aquel por quien rindió su corazón, en vez de responder «por Puruşottama» (Vişņu, v.), contesta «por Purūravas ». Y Bharata la maldice anunciándole la pérdida de su rango divino. No obstante, Indra suaviza dicha maldición concediendo que Urvasī pueda retornar al cielo después de haber dado un hijo a Purūravas. Pasa felizmente con éste algún tiempo, hasta que un día, Urvasī, en un arranque de celos, abandona al rey y enloquecida se adentra en el bosquecillo de Kumāra donde inmediatamente queda convertida en una liana.
El rey, desesperado, la busca en vano y pide que participen en su dolor todos los seres animados y las cosas inanimadas que le circundan. Por fin, encuentra una fabulosa gema en virtud de la cual, cuando él abraza a una liana, se da cuenta de que tiene entre sus brazos a Urvasī; y juntos retornan al palacio. Por un hecho extraño Purūravas tropieza en cierta ocasión, al lado de un ermitaño, con el joven muchacho e hijo suyo que Urvasī había tenido oculto, a fin de retrasar su propio regreso a los cielos. Ha llegado el momento de la separación; mas he aquí que aparece Nārada, como mensajero de Indra, el cual anima a Purūravas para que luche contra los demonios: en compensación Urvasī se quedará junto al rey mientras él viva. La historia de Purūravas y Urvasī se difundió ampliamente por la India. La encontramos ya en el Rig-Veda (v.) y más tarde en un Brāhmaṇa (v.) — el Śatapathabrāhmaņa (v.)—y en algunos Purāņa (v.).
La breve narración que más se acerca_ al drama de Kālidāsa es la del Matsyapurāņa. El Vikramorvaśīya, tan apreciado por los indios los cuales en la extensa obra y en el largo (demasiado largo) soliloquio de Purūravas, quien, delirante y loco de amor, penetra en la selva buscando inútilmente a Urvasī, ven las páginas más excelsas del gran Kālidāsa —, nos ha llegado en diversas redacciones, con notables variantes entre sí.
M. Vallauri