[The Life and Adventures of Nicholas Nickleby]. Novela de Charles Dickens (1812-1870), publicada en 1838-39. El fin social que se proponía el autor era denunciar las escandalosas condiciones de las escuelas privadas de Yorkshire, después de una investigación llevada a cabo por él mismo.
Dickens se inspiró para el desarrollo de la obra en Smollett, y algunas de sus escenas son dignas del autor de las Aventuras de Rodrigo Random (v.) y de la Expedición de Humphry Clinker (v.). La trama es compleja y descuidada, con una tendencia a crear pintorescos contrastes poniendo en contacto los más variados tipos humanos, excéntricos por naturaleza; aunque para esto mejor habría servido la elástica estructura de la novela picaresca, en lugar de un argumento basado en un misterio a descubrir y un entuerto que enderezar. Nicolás, un generoso jovenzuelo de diecinueve años, de nobles sentimientos — el acostumbrado tipo del héroe de Dickens —, su madre y su buena hermana Catalina (Kate) — criatura de insípida bondad —, se quedan sin un céntimo al morir el padre. Piden ayuda a un tío suyo, Rodolfo (Ralph) Nickleby — el avaro y despiadado tirano del teatro popular—, pero el carácter independiente de Nicolás disgusta al tío.
Nicolás se coloca como portero en el Dotheboys Hall, donde Wackford Squeers, pretendido pedagogo, hace sufrir hambre y malos tratos a cuarenta niños, tratando con especial maldad a Smike, medio anormal. El indigno espectáculo hace que Nicolás pierda el dominio de sí mismo: apalea a Squeers y huye con Smike, que se convierte en su amigo más devoto. Durante algún tiempo se mantiene a sí mismo y a Smike actuando en la compañía provinciana de Vicente (Vincent) Crummles; después entra al servicio de los hermanos Cheerbyle, que con su benevolencia y buen humor hacen la dicha de los que los rodean. Salva a su hermana Catalina, aprendiza en la sastrería de la señora Mantalini, de sir Mulberry Hawk, que había intentado seducirla, y proyecta luego crear un hogar para su madre y su hermana.
Nicolás se enamora de Magdalena (Madeline) Bray, tipo popular de la buena muchacha, sostén de un padre egoísta, y víctima de las maquinaciones de Rodolfo Nickleby, y de otro desagradable viejo usurero, Gride, que recurre a todos los medios para hacerla su esposa. Rodolfo, indignado contra Nicolás a quien atribuye el fracaso de sus planes, idea el modo de separar a Smike de su lado, por el que Nicolás siente gran cariño; pero Smike, debido a su débil naturaleza y el terror hacia sus enemigos, muere. Todos los complots de Rodolfo quedan frustrados gracias a la ayuda de Newmann Noggs, su excéntrico empleado. Amenazado por la ruina y temiendo ser desenmascarado, sacudido por el descubrimiento de que Smike es su propio hijo, Rodolfo se ahorca. Nicolás se casa con Magdalena, y Catalina con el sobrino de los Cheeryble, Francisco (Frank). Squeers es deportado y Gride asesinado.
Más que en los personajes principales, el genio de Dickens se hace patente en una serie felicísima de personajes secundarios, que se relacionan sólo de una manera indirecta con las venturas y desventuras de Nicolás, tales como la señora Nickleby, con sus vagas e incoherentes reflexiones retrospectivas; Vicente Crummels, con su «Fenómeno Infantil» [«Infant Phenomenon»]; el hidalgo venido a menos Newman Nogg, la celosa y desdeñosa miss Knag, los Lillyvick y las cuatro señoritas Kenwig, y especialmente ese gran bufón que es el señor Mantalini, caricatura del maestro de danza inglés que para atraer a los clientes se ha puesto un apellido italiano. Felices como siempre las descripciones de melancólicos rincones de Londres. [Trad. española de J. Méndez Herrera (Madrid, 1930)].
M. Praz
Aunque admirable, llena de vida, de jugo y de sabor, la fuerza y la debilidad de la juventud están tan singularmente mezcladas, que los lectores ignorantes de la fecha de la obra hubieran -podido creerla el primer intento novelístico del autor. (Swinburne)
Dickens era el pueblo tal como era en el siglo XVIII y lo es todavía en gran parte, a pesar de tanto hablar en favor o en contra de la educación elemental según la ley de 1870. Cómico, trágico, realista, libre en sus palabras, bastante más licencioso en los dichos que en los hechos. (Chesterton)