[Iridian Summer). Novela del escritor norteamericano William Dean Howells (1837-1920), publicada en 1885. El cuarentón Theodore Colville, después de vender el periódico que había dirigido durante varios años en Des Vaches, en el estado de Indiana, se traslada a Florencia, donde, veinte años antes, había experimentado un desengaño amoroso al ser rechazado por una muchacha americana de la que estaba perdidamente enamorado y a la que había seguido hasta Florencia.
Ahora, veinte años después, encuentra en el Puente Viejo a Mrs. Bowen, una viuda amiga íntima de la muchacha que había amado. En casa de Mrs. Bowen conoce a Miss Imogene Graham, joven romántica que se propone hacer olvidar a Colville, con su afecto, su desgraciada aventura de antaño, y no tarda en ser su novia a pesar de los esfuerzos por evitar el noviazgo de Mrs. Bowen, que ama a Colville y lo quiere para sí. Pero entre Colville e Imogene no existe verdadero amor, y cuando aquél, a consecuencia de un accidente de circulación, queda contuso y sin conocimiento durante varios días, Mrs. Graham, que acaba de llegar a Florencia con motivo del noviazgo de su hija, consigue persuadir a ésta de su error; él consiente sin ninguna dificultad en romper su compromiso, al cual había llegado más por caballerosidad que por amor, y se casa con Mrs. Bowen.
Los sentimientos de los personajes, a excepción, quizá, de Colville, no son objeto de análisis psicológico y en raras ocasiones tienen una motivación convincente. Colville nos es presentado como un hombre discreto, elegante, de amena conversación, pero de poca sensibilidad y algo abúlico. La acción se desarrolla en Florencia, en medio de recepciones, fiestas de Carnaval y visitas a los museos. Otro personaje digno de mención es el reverendo Waters, un pastor protestante admirador de Savonarola; pero el más real de todos es sin duda el joven Mor- ton, enamorado de Miss Graham y de la pequeña Effie, hija de Mrs. Bowen. Como en los otros libros de este autor, el desenlace es debido a un hecho fortuito: aquí un accidente que inmoviliza a Colville y que nada tiene que ver con el desarrollo psicológico del relato; en efecto, aunque en esta aventura Colville está a punto de morir, moralmente nada cambia en él. Como en Un encuentro casual (v.), el Veranillo de San Martín contiene más de un rasgo satírico contra el snobismo de la sociedad de Boston: es éste un tema predilecto del autor, sobre el cual insistirá en La ascensión de Silas Lapizara (v.).
B. Cellini