Poema heroico en trece cantos en octavas del portugués Antonio de Sousa de Macedo (1606 – 1682), publicado en Lisboa en 1640 y allí reimpreso en 1848. El argumento es el mito de Ulises (v.) que, después de la caída de Troya, vagabundea por el Mediterráneo, hasta que, franqueando las columnas de Hércules, alcanza la desembocadura del Tajo y funda en sus orillas Lisboa (Ulyssipo).
Por supuesto que el autor plagia la Odisea (v.) de Homero, aunque introduciendo elementos nuevos y a menudo extravagantes. El poema, por ejemplo, empieza con una invocación a San Antonio, presenta como enemigo de los portugueses al dios Plutón, que reúne el consejo infernal para decidir el destino de los buques de Ulises, nos enseña a la Providencia Divina preocupada por enviar a la Tierra a un genio soberano como guía del Papa, y repite el episodio de Polifemo y Galatea, tema ahora ya tradicional en la literatura de su tiempo. A través de los distintos episodios con que trata de animar la antigua materia, el autor pone de manifiesto un profundo conocimiento de la literatura caballeresca, de la latina y de la griega. Desde este punto de vista es notable el episodio de Quirón, el sabio mago del valle de Quelis.
A través de ríos de fuego y montañas de nieve llenas de horribles monstruos, se llega a un lugar paradisíaco, donde se alza un templo, en el que la Fortuna y el Éxito coronan el Valor, representado por estatuas de futuros héroes de Lusitania y Portugal. Los varios episodios son ensayos de lirismo amoroso, ricos en rebuscadas ternuras: Ulises y Calipso, Nabancio y Arminilda, Argis y Doremia, Lisio y Clesia, y demuestran la inspiración ya artificiosa del poema, que se dejó invadir por la lírica, confiando en sacar de ella nuevas savias vitales. En estos trozos es evidente la influencia del Culteranismo, cuyo origen más mariniano que gongorino se pone de manifiesto en el fino gusto de versificador educado directamente en la escuela italiana. Por su mayor soltura de movimientos, el Ulyssipo de Macedo supera el poema del mismo argumento (v. Ulisea) de Gabriel Pereira de Castro.
L. Panarese