Poema en hexámetros latinos de Francesco Filelfo de Tolentino (1398- 1481), humanista famoso tanto por su conocimiento del griego como por su carácter de aventurero venal. La obra, en ocho libros y partes, compuesta aproximadamente de 1460 a 1472, debía celebrar — en 24 libros, como la Ilíada (v.) y la Odisea (v.) — las alabanzas de Francesco Sforza, duque de Milán (1401-1466), de cuyo favor el autor gozaba. Pero durante la laboriosa composición el escritor iba mendigando, incluso con arrogancia, dones y prebendas de otros príncipes, por los elogios que les dedicaba en los cantos que iba escribiendo.
Ya se comprende que con semejante actitud (de panegírico o de sátira, según los casos) la obra no fue acabada; en conjunto debía constar de numerosos episodios mitológicos e históricos, donde con la intervención de la divinidad se habla de las hazañas de Sforza y de los amores de Carlo Gonzaga con la divina Lida, y de Apolo con Bianca María, esposa del mismo duque. El poema se interrumpe después de la intervención de Marte y Palas en favor de Sforza en la guerra contra los venecianos (ayudados por Plutón y Neptuno), con la descripción de la batalla de Caravaggio. Es el más característico representante de lo peor que había en aquel arte nacido en el clima del mecenazgo humanista, cuando la admiración se degradaba en el encomio y la aristocracia en la ambición.
C. Cordié