Sermones Poéticos de Pindemonte

[Sermoni]. Los Sermones de Ippolito Pin­demonte (1753-1828) ocupan un lugar nota­ble en la literatura moralizante, inspirada en el gusto muy siglo XVIII de Gasparo Gozzi; se publicaron separados, y en con­junto en 1819. Entre los primeros está uno sobre los «viajes», de 1793, después corre­gido en su forma, que además es el más amplio y complejo. Habla de la inutilidad de buscar alivio en lejanos países y de la meditación que a todos debe dar el justo reposo. Por medio de observaciones abier­tamente satisfactorias, como en el «Parna­so» o en el, «Poeta», se expresa el deseo de ver liberado el arte de las tonterías y las inútiles complicaciones, por amor de una claridad que no puede engañar a nadie.

En la indulgente reflexión de Pindemonte se siente el influjo de Horacio, ya filtrado en la experiencia de Gozzi, no sin una nota de elegante melancolía, típica en el autor. En otros sermones, «En alabanza de la obs­curidad» y «Las opiniones políticas», la iro­nía, aunque bien educada y señoril, domina al poeta y lo lleva a consideraciones amar­gas acerca de las malas costumbres de los literatos y los mangoneadores de la cosa pública. Pero por lo general el autor toma pretexto para moralizar con agilidad sobre las costumbres contemporáneas, expresando el parecer de un hombre maduro y sereno. A esta obra se añadió en sus reimpresiones (por ejemplo, viviendo el autor, en la edi­ción Silvestri de 1826 con los Sermones de él, de Gozzi y de otros) el «Martillazo en el campanario de San Marcos de Venecia» [«Il colpo di martello nel campanile di San Marco in Venezia»], publicado en 1820: moralizante en su forma y débil en su dis­posición artística, expresa la meditación so­bre la propia vida y la fe que siempre guía hacia el bien: en sus últimos años el poeta vuelve a reflexionar sobre su propia existencia, y, al recordar los tiempos tris­tes para la religión y para su patria, mues­tra tener siempre vivo en su corazón el amor palpitante a la verdad y a la caridad cristiana.

C. Cordié