Interesante poema didáctico en hexámetros del polígrafo español Benito Arias Montano (1527- 1598), publicado en 1569. El título completo es Rhetoricorum libri IIII, Benedicti Ariae Montani Theologi, ac poetae laureati ex disciplina militari divi Jacobi Ensigeri, ad Gaspar em Velesium Alcocerum. Cum Annotationibus Antonii Moralii Episcopia Menchuacanensis, quae rem omnem quem brevissime explicant… Antuerpiae, ex officina Christophori Plantini MDLXIX.
Tentativa juvenil en que Arias Montano, más que en imitar la epístola de Horacio a los Pisones, pretendió competir con la elegante Poética del cremonés Jerónimo Vida, obispo de Alba, poeta más virgiliano que horaciano. El interés de esta obra de Arias Montano es literario y moral. Es notable la belleza de las imágenes y las noticias de costumbres y personajes de su tiempo. Los principios son útiles pero no originales. El poema se distribuye en cuatro libros: el primero trata de los tres géneros, demostrativo, deliberativo y judicial; el segundo, de la invención; el tercero, de la disposición; el cuarto, de las cualidades del orador. La aridez preceptiva está compensada por mil ingeniosas digresiones y por ejemplos de la propia cosecha del autor.
Arias Montano excita el celo de los obispos en la reforma de la oratoria sagrada; se pronuncia contra el protestantismo; reprueba la lectura de los libros de caballerías; describe, con fácil y brillante trazo, las costumbres de la dorada juventud de su tiempo, sus viajes a Italia y finalmente tributa un poético recuerdo a sus maestros, a sus compañeros de estudios y a sus amigos. Arias Montano tenía una inaudita facilidad y sus versos latinos, por esta razón, degeneran a veces en prosaísmo. Es digna, empero, de tenerse en cuenta la fluidez de sus versos. Pasa rápidamente de lo didáctico a lo histórico, de lo antiguo a lo moderno. El método de enseñar la retórica en verso, iniciado por Arias Montano, no prosperó en las escuelas del siglo XVI, y eso que él había encarecido sus ventajas en versos elegantísimos.