Bernard Bosanquet

Nació en Rock Hall, en Northumberland, el 14 de junio de 1848 y murió en Golders Green (Londres) el 8 de febrero de 1923.

Estudió filosofía en Oxford, donde tuvo como maestro a Th. H. Green, quien lo orientó hacia el idealismo neohegeliano. Después de licenciarse, fue profe­sor en el University College de Oxford.

Casi contemporáneo de F. H. Bradley (v.), pue­de considerarse Bosanquet como un seguidor suyo, salvo que, mientras Bradley acentúa la tras­cendencia de la realidad absoluta a su apa­riencia fenoménica, Bosanquet da mayor relieve a la inmanencia de ella en el mundo de la experiencia.

Además, Bosanquet fue un escritor más fecundo y escribió sobre las más variadas materias, por lo que fue el representante más conocido de la escuela en Inglaterra en­tre finales del siglo pasado y primeros años del actual.

Muerto su padre en 1880 y ha­biendo entrado en posesión de una renta suficiente, abandonó la vida universitaria de Oxford, que le parecía demasiado «claus­tral», y se trasladó a Londres, donde podía encontrar un ambiente más adecuado a su vida y a los problemas ético-sociales; su carácter se vio siempre dominado por esta nota de introducción y casi de misión que había de tener la filosofía para él. En Lon­dres continuó trabajando en sus problemas filosóficos: publicó, entre otras cosas, dos volúmenes de Lógica en 1888, una History of Aesthetic en 1892, una Philosophical Theory of the State en 1899.

Para librarse de los excesivos compromisos que tenía en Lon­dres, aceptó la cátedra de moral de la Universidad de St. Andrews en Escocia (1903- 08), y dio en 1911 y en 1912 el curso de las «Gifford Lectures» en Edimburgo, del que nacieron las dos publicaciones que figuran entre sus mejores trabajos, El principio de la individualidad y del valor (v.) y El valor y el destino del individuo.

No se avino con el pensamiento idealista italiano ni tampo­co, después, quiso aceptar el realismo de las corrientes que habían aflorado en Inglaterra y en los Estados Unidos. Así nació su volu­men Coincidencia de los extremos en la filo­sofía contemporánea (v.).

A. Carlini