[De regibus et sanctis Euboricensis ecclesiae]. Poema breve en hexámetros, compuesto por el anglosajón Alcuino (735-804 aprox.), entre 780 y 782, publicado en edición crítica en los Monumenta Germaniae Histórica (v.).
El autor, que se propone narrar la historia de su ciudad natal, York, vista a través de las vicisitudes dramáticas o gloriosas de su sede episcopal y de su trono, inicia la narración en la época en que las legiones romanas fundaron Eboracum, para pasar luego a la llegada de anglos y sajones, llamados así estos últimos, según Alcuino, por la dureza de su ánimo. Ante la fantasía impetuosa y a menudo retórica de nuestro autor, desfilan aquellas oleadas de pueblos que en frágiles embarcaciones se atrevieron a cruzar el mar, y brillan las figuras de los caudillos, entre ellos Edvino, que convirtió su pueblo al cristianismo. Después de él se cubrió de gloria Oswaldo, que hizo fracasar las tentativas de invasión de otras razas; luego Edelredo y muchos otros, que fueron auxiliados en sus nobles empresas por grandes figuras de obispos. En la narración de tales vicisitudes políticas y religiosas; Alcuino se limita a reproducir los datos de la Historia eclesiástica de los anglos (v.), de Beda.
En cambio, es muy interesante la última parte del poema, relativa a acontecimientos contemporáneos a Alcuino, con lo que aporta una discreta contribución a la investigación histórica, sobre todo en lo referente a la figura del obispo Aelberto, a quien Alcuino sucedió en la enseñanza. En vano el autor se esfuerza en evitar la monotonía del relato con introducción de elementos episódicos; la obra resulta fría y supone el conocimiento de los esquemas escolásticos. Primera edición completa a cargo de Froben (Ratisbona, 1777).
M. Corti