Reorganización de la Sociedad Europea, Claude-Henri de Rouvroy

[Réorganisation de la société européenne]. Obra economicopolítica de Claude-Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon (1760-1825), publicada en 1814 con el sub­título «De la necesidad y de los medios para reunir a los pueblos de Europa en un solo cuerpo político conservando cada uno su independencia nacional».

Tiene notable im­portancia por el modo como el estudioso de los fenómenos económicos deja el estudio de la física y de la fisiología por el examen de la ciencia social y humana, reconocien­do la necesidad de resolver sobre el terreno político algunos problemas gravísimos que dejó sin resolver e± Imperio napoleónico. La idea de la colaboración entre los grandes «competentes», esto es, entre los científicos de todas las ramas del saber, se presenta como obvia para ir al encuentro de las ne­cesidades de la Restauración: por esto el utopista y soñador de nuevas reformas se dirige a los soberanos de Europa, preconi­zando una unión entre ellos en nombre de la industria y del progreso.

Nada podrá obstaculizar el curso del siglo, y todos los prejuicios se derrumbarán en la obra de reorganización. Ahora la sociedad está fun­dada sobre principios claros y seguros, en situación de favorecer el desarrollo de las actividades comerciales e industriales y ex­tender el bienestar por todas partes, con la actividad económica estrechamente fundida con la política. Algunos hechos importantes se perfilan en el escenario de la Europa de la Restauración: el del parlamentarismo que vence al despotismo y el de las revo­luciones populares. Es necesario que res­ponda a tales aspiraciones un bienestar co­lectivo, que traiga toda contribución po­sible a la solución de los graves problemas de la vida de los obreros y de todos los humildes. Si el régimen parlamentario de tipo inglés es verdaderamente eficaz, es me­nester tomarlo por modelo en una discu­sión de principios efectuada entre estados y gobernantes en una verdadera confedera­ción: Francia e Inglaterra, y juntamente la misma alemania, podrán tomar las riendas del progreso.

La sociedad quedará pronto reorganizada y alcanzará una época de bien­estar y felicidad. Se trata de fundar firme­mente aquella paz que ha figurado siempre en las aspiraciones de la humanidad. Plan­tear los problemas sobre el terreno econó­mico es más que necesario para impedir que se incurra en las abstracciones y sean rechazados de mala manera. Es menester que los pueblos se conozcan y tengan ins­tituciones comunes: un sistema nuevo de economía y de política como el proclamado por Saint-Simon debería por lo tanto unir a los espíritus en la obra común. La cons­titución de un Parlamento europeo favo­recerá los contactos de los pueblos del con­tinente, y mostrará el verdadero camino del género humano. Esta obra, abundante en elementos utópicos, es importante como do­cumento sobre la vida económica y política de la Restauración.

C. Cordié

Yo no soy un tipo académico; me dejo llevar siempre por la materia tratada. (Saint-Simon)

Su estilo es inconexo, impetuoso, lleno de contrastes, de discordancia, de asperezas, de audacias, de negligencias… Ningún escrú­pulo de gramático ni de purista, ninguna preocupación técnica de escritor guía o de­tiene la pluma de Saint-Simon. (Lanson)