[De regime Sanitatis]. Tratado de higiene del médico, teólogo y filósofo judío Mosé ben Maymón (1135-1204), conocido en Occidente con el nombre de Moisés Maimónides.
El escrito, compuesto por Maimónides para el primogénito del sultán Saladino, de quien era médico de cámara en Egipto, es conocido con muchos títulos, el más difundido de los cuales es Tractatus de regime sanitatis. Fue impreso por primera vez en traducción latina en Augusta en 1518, pero de él existe un raro incunable, Tractatus Rabi Moysi quem Domino et Magnifico Soldano Babiloniae transmisit, impreso en Florencia en 1486, por Giacomo de Ripolis. Recientemente el Dr. Kroner ha impreso el texto árabe con la traducción alemana. El De regime contiene consejos de higiene para la vida práctica individual, para la habitación, para el vestir, para el baño; prescribe ocho horas de sueño, el ejercicio físico, la sangría según parecer del médico y da consejos sobre la alimentación.
Maimónides no olvida la relación entre el cuerpo y el espíritu: «Es sabido… — dice — que las afecciones del alma pueden producir grandes e importantes modificaciones del cuerpo. A menudo se tiene ocasión de ver cómo un hombre de cuerpo robusto, de color floreciente, cuando es herido inesperadamente por una triste noticia, cambia inmediatamente el color de la cara, desaparece el brillo de la mirada, se debilita la voz y el cuerpo queda flojo… Por el contrario, se nota que individuos de constitución débil, pálidos, con voz tenue, tan pronto como escuchan una noticia que los alegra vivamente, se sienten reforzados en el cuerpo…» Pero todos estos hechos bien sabidos, no tendrían importancia si Maimónides no subordinase la obra práctica del médico a la cordura del hombre también preocupado por el estado de ánimo del paciente.
Sugiere consejos y recurre a máximas morales, a la especulación sobre la verdadera esencia de las cosas, se refiere a la caducidad de la naturaleza humana y termina dirigiéndose al hijo de Sa- ladino: «Tu siervo no quiere con ello penetrar en las secretas verdades de las ideas, sino que sólo trata de indicar que hay que tener fuerzas para adaptarse a las circunstancias, hacer el ánimo resistente a los sufrimientos y considerar importante únicamente lo que lo es… El ánimo, bajo la guía del médico cuerdo, ha de abrirse a la esperanza y quizá con dicha fe puede ocurrir lo contrario de lo que el enfermo esperaba temerosamente». El tratado queda como un documento precioso de la higiene clásica heredada por la escuela arábigo-judía de Córdoba, de la que Maimónides fue el representante más ilustre.
P. Pagnini