Poema del inglés publicado en Dramatis Personae (v.), en 1864. Ben Ezra (1090?-1168?) fue uno de los más sabios filósofos judíos de la Edad Media, autor de unos Comentarios sobre el Antiguo Testamento llenos de erudición y de geniales puntos de vista filosóficos. En este poema, que tiene forma de monólogo, Ben Ezra considera la vida humana como una preparación que no puede ser sino perfeccionamiento, y dice que la juventud sólo cuenta como preparación para la edad madura, en la que se puede comenzar a comprender cuál es la voluntad de Dios y entender el valor de los sufrimientos soportados. Proclama, pues, la necesidad de las dudas juveniles, que también son pruebas e incentivo para la perfección que se debe alcanzar. La pasión razonadora y ética del poeta se convierte en ardor intelectual y espiritual, expresado con calor religioso, con una tristeza resignada y llena de segura esperanza, con tolerante valor activo,’ cualidades que hacen de esta poesía lírica una de sus mejores producciones.
A. Camerino
El laberinto de su poesía es un laberinto construido por el autor para poder ocultarse. (E. Shanks)