Los Bennet, un matrimonio de modesta extracción social, viven con sus cinco hijas en Longbourne (Hertfordshire). Charles Bingley, un rico soltero, viene a vivir cerca de ellos con sus dos hermanas y un amigo, Fitzwilliam Darcy. Bingley y Jane, la mayor de las Bennet, se enamoran el uno de la otra; Darcy, que también se siente atraído por la segunda, Élizabeth, la ofende con su altivo comportamiento.
La aversión no hace sino aumentar cuando Darcy y las hermanas de Bingley, ofendidas por la falta de tacto y los modales groseros de la señora Bennet, consiguen separar a Bingley y a Jane. Tiempo después Elizabeth vuelve a encontrarse con Darcy, el cual, pese a sus prevenciones, ama a la muchacha y pide su mano, aunque en términos que no esconden cuánto le cuesta la petición a su orgullo. Indignada, Elizabeth lo rechaza.
Durante un breve viaje al norte de Inglaterra, en compañía de sus tíos, Elizabeth encuentra a Darcy, que parece haber comprendido la vacuidad de su orgullo y de su actitud. Elizabeth se entera de que su hermana Lydia ha huido con Wickham, amigo de Bingley y hombre de principios poco sólidos. Con la ayuda de Darcy los fugitivos son encontrados, y Darcy los obliga a casarse y a poner en orden su vida. Mientras tanto, la unión entre Bingley y Jane se reanuda y desemboca en noviazgo. A pesar de la oposición de la tía del joven, lady Catherine, Darcy y Elizabeth también se prometen.