La novela narra la jornada de un grupo de jovencísimos muchachos de los suburbios romanos, Riccetto (personaje al que la narración dedica un .mayor espacio), Caciotta, Lenzetta, Begalone, Alduccio y otros. Impulsados por necesidades primarias (el hambre, el miedo, o la búsqueda de solidaridad), los «muchachos de la calle» se trasladan desde los arrabales de la Roma de los años cincuenta hacia el centro en un itinerario picaresco hecho de múltiples encuentros, de acontecimientos cómicos, trágicos y grotescos.
Los jóvenes alternan una violencia gratuita a una generosidad patética: Riccetto salva a una golondrina que estaba a punto de ahogarse, pero en cambio no podrá hacer nada cuando el pequeño Genesio es arrastrado ante sus ojos por la corriente del Anio; Agnolo y Oberdan asisten al agonizante Marcello, que ha quedado destrozado a causa del derrumbe de su escuela. La Roma monumental y la de la especulación inmobiliaria constituye el espacio contradictorio en el que tiene lugar esta suerte de rito iniciático de un día en la vida de los «muchachos de la calle»..