Moll Flanders es hija de una ladrona que la trajo al mundo en la prisión de Newgate y fue deportada a Virginia al poco de nacer ella. Seducida muy joven por un carcelero, y luego recogida por la caridad pública, después de muchas relaciones y aventuras, Moll acaba por casarse con un propietario de tierras de Virginia.
Pero, al llegar a América con su marido, descubre que se ha unido, sin saberlo, a un hermanastro. Regresa a Inglaterra y se dedica al latrocinio, en sociedad con un nuevo marido, esta vez un atracador irlandés, que posteriormente la abandona. Tras acabar en prisión, es deportada a Virginia junto con su marido irlandés, al que ha vuelto a encontrar en prisión. Ya anciana ahora, regresa arrepentida a su patria donde se dispone a escribir sus memorias.