Comedia en tres actos y en verso, de Lope Félix de Vega Carpió (1562-1635), escrita entre 1618 y 1621, publicada en la parte XXVII del teatro de Lope, en Barcelona, en 1633. Es una de las más briosas y movidas comedias de carácter del gran poeta español.
Doña Juana de la Cerda, como la princesa Laura de la Vengadora de las mujeres (v.) del mismo Lope, es una encarnizada enemiga teórica del sexo fuerte, y don Pedro Girón, que desde hace años está loco por ella, es su lastimosa víctima. Un antiguo mozo del infeliz enamorado, Hernán, regresa de Flandes, donde ha luchado durante muchos años, y, al encontrar a su dueño todavía entregado a sus antiguos sufrimientos, con gran decisión se dispone a curarlo. El desdén sólo puede curarse con el desdén, piensa el recién llegado, y con energía militar lleva a efecto una serie de contraofensivas que al final hacen humilde a la bella desdeñosa. Hernán es el «gracioso» de la comedia, pero Lope le ha dado un papel tan importante que acaba por perder la grotesca convencionalidad del tipo y llega a convertirse en un verdadero personaje, una especie de Fígaro (v.) de las tres famosas comedias de Beaumarchais.
Del contraste entre la resolución y absoluta falta de escrúpulos de Hernán y las caballerescas vacilaciones de don Pedro, que se niega a representar el papel que su servidor le asigna, nace un juego psicológico que convierte en una pequeña obra maestra lo que sería una farsa de intriga. Pasamos a través de constantes contrastes de tono y de sentimiento, pero todos difuminados y fugaces. En ellos descubrimos la sonrisa inteligente de un espíritu superior hecho de benévola indulgencia y emoción. Junto a la Vengadora de las mujeres, Los milagros del desprecio constituye la fuente específica de la afortunada comedia El desdén con el desdén y.) de Agustín Moreto.
A. R. Ferrarin