Obra escrita después del año 558 por encargo de Justiniano o para captarse su favor; en todo caso, es un homenaje cortesano al soberano. Se trata del elenco y descripción de los monumentos que el emperador mandó construir en el vasto imperio bizantino. El autor le atribuye también todos los edificios construidos a expensas públicas. La introducción es un encomio entusiasta y exagerado de Justiniano, de su bondad, benignidad y actividad en todos los campos.
Es extensa la descripción de los edificios de Constantinopla, que ocupa todo el libro primero. Los seis libros restantes describen las fortificaciones en las distintas partes del imperio. La obra termina con la descripción de una fortaleza en las Columnas de Hércules. A pesar del tono cortesano —las descripciones son pretextos de alabanzas al emperador — la obra es de suma importancia como fuente topográfica, geográfica y económica de la época de Justiniano.
L. Banti