[Le Vite di Dante e del Petrarca]. Estas dos breves biografías de Leonardo Bruni, llamado Aretino (1370-1444), van, en las antiguas colecciones, unidas y abrazan diez o doce páginas de manuscrito la primera, y cinco o seis la segunda. Biografías sucintas, pero no privadas de méritos.
La Vida de Dante fue impresa por primera vez en 1544, como prólogo a la edición veneciana de la Divina Comedia (v.) con el comentario de Alessandro Vellutello, y desde entonces ha sido reimpresa varias veces, a menudo con falsa atribución. La Vida de Petrarca, en cambio, vio la luz mucho antes, como prólogo a la edición del Cancionero (v.), impresa en Padua en 1472, y aun después logró muchas reimpresiones; ambas Vidas experimentaron hasta el siglo XVIII la diversa fortuna de los dos poetas. Fueron finalmente publicadas en Milán en 1904. La crítica moderna tributa a Bruni el mérito de haber enriquecido la biografía dantesca con noticias que escaparon a Villani, a Boccaccio y a Pucci, que deriva de ellos.
El autor nos dice que fue inducido a escribir esta Vida de Dante no «para derogar a Boccaccio; sino porque el escribir mío sea como suplemento al escribir suyo», por parecerle que Boccaccio en su Tratado en alabanza de Dante (v.) había dejado atrás y pasado en silencio «las graves y sustanciales partes de la vida» del gran poeta, deteniéndose voluntariamente y más de lo necesario en las «partes de amor». Resultó de ello una figura solemne y austera, como era la que había ya trazado Villana, endulzada aquí por algún rasgo amable. La Vida de Petrarca tiene, en su forma vulgar, mayor amenidad y soltura que su hermana mayor.
G. Franceschini