Novela en 8 libros de Caritón de Afrodisia. El descubrimiento de algunos fragmentos de papiros ha demostrado que ésta es una de las más antiguas novelas griegas que han llegado hasta nosotros (fin del siglo I d. de C. aproximadamente). Su argumento no se aparta, sino por una mayor sencillez, del esquema común de estos relatos de amor y aventuras. Los protagonistas son siracusanos, y la acción está colocada, aunque con varios anacronismos, en la época de la guerra del Peloponeso. El comienzo nos describe el enamoramiento súbito de Quereas y Calirroé, sus sufrimientos amorosos, y sus bodas. Poco después Quereas, en un arrebato de celos, da tal puntapié a su mujer, que la deja como muerta; Calirroé es sepultada, pero se despierta a tiempo para ser raptada por unos piratas que han ido a saquear el sepulcro. Transportada a Asia, cerca de Mileto, es vendida a Dionisio, noble señor del lugar, quien se enamora de ella, pero no se atreve a violentarla. Calirroé se siente embarazada, y para asegurar el porvenir de su hijo, consiente en casarse con Dionisio. Mientras tanto, Quereas, que ha descubierto el rapto de su esposa, y ha encontrado su rastro, llega a Mileto.
No consigue tampoco verla porque los intendentes de Dionisio, para evitar disgustos a su señor, le capturan, y hacen creer a Calirroé que ha sido asesinado. Sucede entonces que Quereas es vendido como esclavo a Mitrídates, sátrapa de Caria, el cual, a su vez, se ha enamorado de Calirroé. A consecuencia de una carta de Quereas, que a Dionisio le parece una estratagema de Mitrídates, este último es acusado de intento de adulterio, y todos los personajes se reúnen en Babilonia delante del gran rey de los persas. En el proceso, Quereas encuentra a Calirroé pero tampoco el rey puede resistir a la belleza sobrehumana de aquella mujer y aplaza la sentencia, hasta que una revolución de los egipcios que invaden Siria, obliga a todos a partir para la guerra. Quereas se pasa al campo egipcio y realiza prodigios de valor conquistando Tiro; después, a la cabeza de la flota, hace prisioneras a todas las mujeres persas, incluso a la reina, y se reúne con su Calirroé. Como en tanto los persas vencen por tierra, Quereas abandona la lucha y hace las paces con el rey, restituyéndole generosamente a la reina con su séquito. Calirroé manda secretamente una carta a Dionisio, dándole las gracias por su •bondad y encomendándole los hijos que le deja; y el buen hombre soporta juiciosamente su desventura. La novela se termina con la llegada espectacular de los protagonistas a Siracusa.
El relato está escrito en un estilo precipitado y desaliñado, y sólo aquí y allá se entretiene en algún soliloquio sentimental o desahogo oratorio, como en las escenas del proceso. En los protagonistas el escritor ve casi únicamente su belleza física, causa de. tantas desdichas. Por lo demás sus acciones son mecánicas, como de fantoches, y su psicología se limita a unos pocos esquemas elementales, en los cuales el novelista no consigue infundir vida alguna. Como en las demás novelas griegas que conocemos, el sentimentalismo, la pasión por lo maravilloso, el gusto por las aventuras, en lugar de corresponder a las intenciones épicas y trágicas, van a parar con frecuencia a lo cómico y lo grotesco.
A. Brambilla