[The adventures of Philip]. Obra del escritor inglés William Thackeray (1811-1863). El título completo de esta novela, tal como se publicó por vez primera en «The Cornhill Magazine» (1861-1862) con ilustraciones del autor y de Frederick Walker, es el de Las aventuras de Philip en el mundo, donde se trata de todos aquellos que le robaron, le ayudaron o que se atravesaron en su camino. Este libro de Thackeray, como la Historia de Enrique Esmond (v.), entra en la categoría de novelas de tesis, género que la literatura clásica alemana ya había popularizado bajo el calificativo de «Bildungsroman». Se trata, en efecto, de presentar al lector la evolución de un carácter, el del joven Philip Firmin, hijo de un médico de moda en Londres y sobrino de Lord Ringword, dentro de un mundillo complejo de snobs, bribones, advenedizos e hipócritas. Philip, aunque no deja de tener debilidades, es hombre de innata honradez y resueltamente anticonformista. Su vida nos es contada por un amigo de la infancia, el escritor Pendennis. El relato se desenvuelve con numerosas interpolaciones de carácter digresivo o anecdótico y cada nuevo personaje brinda al autor la ocasión de hacer gala de su mordacidad. Como en la mayoría de las novelas inglesas de la época (recuérdese, en primer lugar, el ilustre ejemplo de Dickens), las figuras femeninas se dibujan con mucho relieve. En este caso es Carolina Gann, la primera mujer del doctor (y, en realidad, su única esposa legítima) el personaje femenino que domina el relato.
Toda una serie de circunstancias extrañas y, al mismo tiempo, plausibles, contribuyen a que Carolina penetre en el área afectiva de Philip, cuya vida comienza a gravitar en torno de esta víctima de su padre. La bigamia del doctor precipita a éste a la ruina, arrastrando con él a su hijo. Después de múltiples y pintorescas aventuras, de una existencia bohemia en París y de sinsabores sentimentales (la traición de su hermosa prima Inés Fwysden), Philip se transforma en un periodista casado con la encantadora y dulce Carlota Baynes, no sin haber tenido antes que salvar numerosos obstáculos motivados por su nueva situación social y por las intrigas de sus poderosos enemigos. El ambiente de París durante la época de Luis-Felipe, la vida en cafés y bulevares, la sociedad abigarrada y cosmopolita de la capital francesa y la existencia de los ingleses trasplantados al continente, son circunstancias que Thackeray evoca en el libro con evidente desenvoltura. A este fin, según parece, el autor de Las aventuras de Philip se sirvió de los numerosos recuerdos personales que guardaba en su memoria de la época en que, por una temporada, fijó su residencia a orillas del Sena para cursar estudios de arte (v. Bosquejos de París).