La Vida y los Tiempos de Paolo dal Pozzo Toscanelli, Gustavo Uzielli

[La vita e i tempi di Paolo dal Pozzo Toscanelli]. Inves­tigaciones y estudios de Gustavo Uzielli (1839-1911), con un capítulo sobre los tra­bajos astronómicos de Toscanelli hecho por Giovanni Celoria. Esta obra es el volumen I de la parte V, esto es, la XI de la «Colec­ción de los documentos y estudios publica­dos por la R. Comisión Colombina en el cuarto centenario del descubrimiento de América» (Roma, 1899).

Es el mayor tra­bajo de Uzielli, del que tenemos numerosas y doctas investigaciones sobre varios asun­tos referentes a la historia de las ciencias (v. Investigaciones sobre Leonardo da Vinci). Si bien algunas noticias se apartan un poco del asunto particular de Toscanelli y hasta del general de los estudios colombi­nos, sin embargo también ellas ayudan al que desea tener conocimiento del despertar científico en Italia. Después de una advertencia sobre las peripecias de la publica­ción, y una introducción sobre las condi­ciones de los estudios científicos en el siglo de Toscanelli, vienen doce capítulos, en los que está dividida toda la obra, con un epí­logo que expone las razones del declinar de la fama de Toscanelli y de su revalora­ción en tiempos recientes, a la cual Uzielli estaba satisfecho de haber contribuido.

Si­guen dos tablas, una con las dimensiones de la Tierra desde las más antiguas medidas a las de los tiempos de Toscanelli y a las posteriores; otra con las coordenadas geo­gráficas de las localidades registradas por Toscanelli. Ésta pone en evidencia los erro­res excesivamente exagerados de la longi­tud de las localidades, particularmente de las situadas en Extremo Oriente, lo que jus­tificaba la ilusión de que el camino era mucho más corto de lo que es en reali­dad, para llegar al país de las especias, siguiendo el camino de Occidente. Vienen después notas y observaciones, el catálogo de las fuentes principales y de las obras citadas, y un índice alfabético de los nom­bres y de las cosas notables. Entre las lámi­nas que lo ilustran han de recordarse; dos facsímiles del códice torriceliano existente en la Biblioteca Nacional Central de Floren­cia; las observaciones sobre los cometas, reconstrucción de la carta enviada por Tos­canelli a Alfonso V, rey de Portugal, y a Cristóbal Colón, etc.

Entre los capítulos es de gran importancia el VI, redactado por el astrónomo Giovanni Celoria, quien, con los datos de las observaciones halladas en las cartas de Toscanelli, y ya señalados por el astrónomo Gio. Batt. Donati, ha podido calcular las órbitas de los cometas de los años 1433, 1449, 1456 (cometa de Halley), 1457 y 1472, reconociendo sus períodos. He aquí como Celoria juzga este trabajo astro­nómico de Toscanelli: «A la observación inmediata añade un registro perfecto, el único que hoy se sigue; recurre para ello no al lenguaje ordinario y a las descripcio­nes, sino al dibujo geométrico y a los números… De ninguno de los cometas anteriores a los aquí estudiados en el siglo de­cimoquinto existen observaciones, ni por, su número, ni por la forma como están presentadas, ni por la precisión intrínseca, comparables a las de Toscanelli».

Celoria añade un estudio sobre el gnomon de Santa Maria dei Fiore en Florencia, instalado por Toscanelli y más tarde ilustrado por Leo­nardo Ximenes. De este modo termina Uzielli: «El genio de Colón se manifestó precisamente por haberse entregado con in­superable fe, con impávido ardor y con débiles naves a la loca empresa. Pero por muy grande que sea el ejecutor de ésta, no puede hacer olvidar a los que contribuye­ron a prepararla como filósofos, como cien­tíficos, como divulgadores de textos clásicos intermediarios entre la cultura de las di­versas naciones de Europa… Entre los pri­meros en el siglo de los descubrimientos descuella Toscanelli, anunciador del alba reveladora de caminos hasta entonces des­conocidos, para llegar al ámbito de las ex­tremas regiones del Asia, ricas en oro y especias, dando vuelta a la Tierra en sen­tido opuesto al interceptado por los turcos en Europa». Sin duda Uzielli tiene el mé­rito de haber no sólo documentado y puesto a punto la cuestión toscanelliana, haciendo resaltar el valor de la obra del astrónomo florentino, sino, además, el de relacionar la gloria de éste con la del gran viajero genovés.

P. Pagnint