[La farce de maitre Pathelin]. Obra maestra del teatro cómico francés medieval, de autor desconocido, compuesta hacia 1464; la más antigua edición conocida es la de Lyon (1485-1486). El abogado Pathelin obtiene con halagos telas y géneros a crédito^ del comerciante Guillermo y le promete invitarlo a su casa, donde, tras una buena comida, le entregará el dinero. Luego prepara con su mujer el engaño. Cuando llega el comerciante, la mujer le dice que su marido está enfermo desde hace varias semanas, y se lo muestra incluso en el lecho, donde delira en distintos dialectos. Guillermo se va pensando que ha vendido sus telas al diablo en figura de Pathelin. El pastor Thibaut l’Agnelet viene a preguntar por el abogado: ha matado y se ha comido las ovejas de su patrón, con el pretexto de que estaban enfermas, para que no contagiasen a las demás del rebaño; pero el fraude se descubre.
En el tribunal, el dueño de las ovejas (que es el comerciante Guillermo), reconoce en el defensor de Agnelet al abogado a quien ha vendido el paño, y al que creía moribundo, de lo que resulta un embrollo de gran comicidad. Al juez que le interroga acerca de las ovejas, le responde hablando del paño, confundiendo los dos fraudes de que ha sido víctima. El magistrado, que no comprende nada, quiere oír al pastor, el cual, aleccionado por Pathelin, contesta sólo « ¡Bee!» Puesto en un brete entre el comerciante que le parece loco y el pastor que le parece idiota, el juez despide a los dos y se queda tan tranquilo. Entonces el abogado quiere hacerse pagar caro su excelente consejo; pero también a él el pastor le contesta solamente « ¡Bee!», sin que se le pueda sacar ni una palabra más. Es la obra mejor del teatro cómico francés anterior a Moliere, más una comedia que una farsa. Además de Pathelin, el maligno maestro de hipócritas halagos y luego de engaños, todas las figuras son vivas: la avispada mujer del abogado, el comerciante y el pastor, que sabe volver contra el abogado las astucias aprendidas de él.
Se unen así, con el viejo espíritu galo, la densa comicidad de Moliére con la ágil y desencantada moral de La Fontaine. Es una composición proporcionada a pesar de su amplitud (cerca de 1.600 versos), sin dilaciones en la acción. Los personajes se han hecho proverbiales, lo mismo que muchas frases, entre ellas la que el juez dirige, asombrado, al comerciante, que habla de paño cuando se trata de animales: «revenons á nos moutons».
V. Lugli
Pathelin es una obra de franca alegría, de fina ironía, de un realismo ingenioso y sonriente, sin la áspera violencia, ni el cinismo, ni el estilo mordiente que nos desagradan en las otras obras del final del Medievo. (Schneegans)
* La farsa tuvo muchas imitaciones desde finales del siglo XV. Entre las más notables se cuentan Le nouveau Pathelin y el Testament de Pathelin, ambas anónimas; la segunda funde la situación de la farsa con el Testamento (v.) de Villon. Como imitación del Pathelin puede también considerarse la comedia latina Henno (v.) (1497) del humanista alemán Reuchlin. Otra traducción latina libre es el Veterator de Alexandre Connybert, cuya primera edición fechada es de 1512. La farsa se tradujo y ha sido adaptada al inglés, al alemán y a otras lenguas europeas.