La Conquista de Granada, Girolamo Graziani

[Il conquisto di Granata]. Poema heroico, pu­blicado en 1650 por Girolamo Graziani (1604-1675), en torno a la ciudad de Gra­nada, conquistada el año 1492 a los musul­manes por los Reyes Católicos. Este tema había sido tratado por Ridolfo Arlotti en un poema incompleto, por Scipione Errico en un poema no publicado y por Onofrio degli Onofri en un poema editado en 1613. El de Graziani, dividido en 26 cantos, nos pre­senta los acontecimientos de la conquista del reino de Granada en un variado asunto amoroso, en el que los motivos novelescos parecen, a veces, dominar sobre el tema heroico.

El rey Fernando asedia la ciudad. Su íntimo, Hernando, enamorado de Elvira (hija de Boabdil, rey de Granada), ha lo­grado introducirse en la corte granadina: vestido de mujer, y con el nombre de Zoraida, entra al servicio de la princesa, aun­que ésta ama a Gonzalo, hijo de Armonte de Aguilar. Y es precisamente a Gonzalo a quien es enviada la presunta Zoraida, para confesarle tal amor. Pero Gonzalo, desde su infancia, quiere a Rosalba, que fue raptada por unos corsarios y se la cree muerta; lo cual no es obstáculo para que se mantenga fiel al recuerdo de la muchacha. Entre tan­to, Rosalba, que vive todavía, consigue huir y llega a Granada, disfrazada de hombre y utilizando el nombre de Armindo. Un buen día, viajando por los mares, Elvira, Hernan­do y Gonzalo, así como Armindo y Daraxa, que pasa por ser su amante, son hechos prisioneros y por arte de brujería los lle­van al castillo del mago Alchindo, quien separa a los jóvenes y los da como cautivos a sus hijas, Arezia y Belsirena. Así Gon­zalo consigue oír, en una celda vecina, un diálogo entre Armindo y una mujer, des­cubriendo que Armindo es Rosalba. Arezia pone en libertad a los prisioneros, que se embarcan para regresar a Granada: en una nave de piratas halla Gonzalo a su padre, Armonte.

Se descubre asimismo que Rosal­ba es hermana de Armindo. Armonte reco­noce en Elvira una hija que daba por muer­ta y que desde muy joven vivió junto a Boabdil, teniéndolo por padre suyo: con ale­gría bendice como esposos a Elvira y Her­nando. También Rosalba acaba por casarse con Gonzalo. El poema encierra bastante interés, sobre todo por su lenguaje sencillo, libre de contaminaciones del barroquismo dé aquel siglo. La misma imitación de la Jerusalén libertada (v.), de Torcuato Tasso, no llega a hacer pesada la narración. Es famoso un pasaje en el que Colón, que lle­ga a una isla en que se encuentran los jó­venes durante su peregrinación marítima, relata la historia de sus gestas. La Conquis­ta, junto con la Cruz reconquistada (v.), de Francesco Bracciolini, constituye uno de los pocos poemas épicos de aquella época que guarda, todavía, un cierto interés para el lector moderno.

C. Cordié