[Océano de los ríos de los olientes]. La más amplia y famosa colección de cuentos indios conocida hasta la fecha. Su autor es Somadeva, que la compuso en la segunda mitad del siglo XI d. de C. sacando buena parte del material narrativo de una obra mucho más antigua, aunque desdichadamente perdida, la Brhatkathā (v.) de Gunādhya, que vivió probablemente en los siglos II-III d. de C.
El cuento que sirve de marco narra los hechos — tan caros a la poesía dramática india — del rey Udayana, el matrimonio con Vāsavadattā y Padmāvatī y las aventuras de su hijo Naravāhanadatta. Luego se suceden y entrelazan, en un conjunto literario rico en colores y en elementos sugestivos y fantásticos, los ríos de cuentos que alimentan e hinchan este gran océano narrativo que alcanza las veintidós mil estrofas: un poco menos que el Rāmāyama (v.). Por lo tanto, 210 es tan fácil hacer un sumario del Kathāsaritsāgara, para nosotros el documento más genuino e imponente de aquella singular potencia artisticoinventiva que es una de las mayores características del espíritu indio. La materia del Kathāsaritsāgara es muy variada y se encuentran en él narraciones de toda clase: relatos fantásticos, de los más nuevos y extraños que mente humana pueda concebir, con intervención de genios y demonios, de magos y brujas con iodo su aparato de hechizos y de metamorfosis: leyendas del mar con acontecimientos maravillosos que ocurren en las inmensas profundidades del mar; viajes y aventuras por la tierra y el aire, relatos épicos, extravagantes historias de picaros, patéticas historias de amor, elementos narrativos religiosos, elementos narrativos profanos, etc., ensanchan y salpican con mil colores el mágico tapiz.
Obras narrativas enteras forman parte del Kathāsaritsāgara, en el que encontramos una recensión del Pañcatantra (v.) y una de la Vetālapañcavimśatikā (v.). El lenguaje y el estilo son elaborados, propios de la poesía epicoartística («kīvya») que se inició en la India con el Rdrnayana. El Kathāsaritsāgara con su riquísima mina de cuentos (más de 350), ofrece un especial interés para la historia de la literatura india, ya que muchos de aquellos cuentos se encuentran, casi idénticos o con importantes variaciones, en otras obras literarias, de manera que el examen comparativo casi siempre manifiesta la forma originaria y las sucesivas ampliaciones de las narraciones; y mayor es todavía su interés para la historia universal de la literatura, porque — lo mismo que ocurrió con el Pañcatantra, la Vetālapañcavimśatikā y los Jātaka (v.) — numerosos episodios narrativos, historias y leyendas del Kathāsaritsāgara son muy conocidos y divulgados en las literaturas europeas. Trad. inglesa de C. H. Tawney (Calcuta, 1880-1884).
M. Vallauri