[Epistulae]. El epistolario de San Jerónimo (hacia 331/ 348-420), uno de los más notables transmitidos por la antigüedad cristiana, divulgadísimo en la Edad Media y durante el Renacimiento, comprende 154 cartas, de las cuales 122 deben atribuirse al propio San Jerónimo, mientras que las demás son obra de sus corresponsales.
Una mínima parte de las epístolas tiene carácter de verdaderas cartas, puesto que en la mayoría de los casos nos hallamos ante composiciones muy elaboradas y con evidente búsqueda del efecto. Por lo tanto, si el epistolario de San Jerónimo tiene gran importancia como documento sobre cerca de cincuenta años de historia cristiana (entre el 370 y el 420 aproximadamente), la misma, si no mayor, tiene para la historia literaria, sobre todo porque precisamente en sus cartas San Jerónimo, mientras revela de lleno su educación retórica y el prolongado estudio de los clásicos, consigue crear un estilo originalísimo, lleno de brío y de sutileza, sometiendo felizmente la lengua latina a la expresión de ideas, hechos y sentimientos nuevos.
En el Epistolario se muestran a plena luz todos los aspectos del temperamento del autor: polemista cáustico, agudo exégeta, ardiente director de almas; sobre todo se manifiestan sus ideales ascéticos que guiaron constantemente su acción durante un período de fundamental importancia en la historia del cristianismo.
M. Niccoli