[Der Postillion]. Poesía de Lenau (pseudónimo de Nicolaus Franz Niembsch von Strehlenau, 1802-1850). La escribió en Lisbon, en el estado de Ohio, en 1833, cuando el frío de un crudo invierno americano despertaba con mayor intensidad en el poeta, después de un año de «aventura en América», el recuerdo y el deseo de la primavera de su patria.
Está compuesta por diecisiete estrofas de cuatro versos cada una: heptasílabos y hexasílabos en rima alternada. En una dulce noche de mayo, mientras la luna vela sobre las sendas solitarias y tiñe de plata las nubes empujadas por el leve suspiro del viento, un – postillón no teme romper el silencioso y nocturno encanto lanzando sus caballos al galope desenfrenado y haciendo resonar su cuerno; es una mágica carrera inigualada, que el poeta goza desde el interior del coche mientras bosques, aldeas y campos dormidos desfilan rápidamente ante su vista. Sin embargo, al acercarse a un blanco cementerio en la colina, el postillón detiene sus caballos y toca con su cuerno la canción preferida de su compañero, que yace ahora sepultado allí arriba: solamente cuando a las alegres notas del cuerno responde desde el cementerio un eco lejano, la diligencia continúa su carrera, mientras en los oídos del poeta retumban las notas del eco, como contestación del muerto postillón.
Esta poesía, en la que se inspiraron pintores y dibujantes, es una de las más conocidas de Lenau, en especial por la musicalidad del verso. El tono mágico con que presenta la naturaleza en sus aspectos nocturnos y en sus arcanas relaciones entre muertos y vivos sobrepasa en mucho el romanticismo formal del tema.
A. Manghi