Voland, encarnación de Satanás, llega al Moscú de los años veinte, corrupto y rebosante de intrigas: con sus intervenciones mágicas, donde se entremezclan fantasías y comicidad, trastorna los ambientes teatrales y literarios, desenmascarando abusos y favoritismos.
Sobre todo ayuda al Maestro, un escritor víctima de la censura del partido por una novela sobre Pi- latos (de la que se incluyen en la narración algunos capítulos, los relativos a la condena a muerte de Cristo). Encerrado en el manicomio por indeseable, sale en libertad gracias a la intercesión de Margarita, la mujer a la que ama, la cual acepta convertirse en bruja y dirigir por una noche el gran aquelarre satánico.