El Conciliador de las Controversias que Surgen entre los Filósofos y los Médicos, Pietro d’Abano

[Conciliator controversiarum, quae inter philosophos et médicos versantur]. Tratado en forma dialogada de Pietro d’Abano (1250-1316), pu­blicado en Mantua en 1472, y dividido en una parte teórica y otra práctica. La parte teórica contiene cuestiones acerca de la medicina general, sobre los elementos, tem­peramentos, humores, propiedades naturales, las enfermedades, fiebres y crisis. La parte práctica trata de temas muy diversos; sobre todo, de patología, fisiología, higiene y te­rapéutica. El Conciliador nos ofrece, de este modo, un cuadro claro y comprensivo sobre las encontradas opiniones que, en el campo científico, animaban las escuelas por aquel tiempo. Con esta obra, el autor se propone, en efecto, «conciliar» todas las contradiccio­nes (en número de 120, según su juicio) que habían surgido entre la medicina y la filo­sofía especulativa.

Presentando los diversos problemas según el método dialéctico de los antiguos filósofos, d’Abano propone para cada uno de ellos soluciones silogísticas; se rebela contra la filosofía aristotélica que dominaba indiscutida también en el campo médico, sosteniendo, entre otras cosas, la necesidad de estudiar atentamente al en­fermo y fundar el diagnóstico en observa­ciones directas, y no sobre fórmulas empí­ricas y supersticiosas. La práctica y la ex­periencia, fuera de toda especulación meta­física, deben, por esto, servir de guía al médico, sirviente y organizador a un mis­mo tiempo de la fuerza curativa de la na­turaleza. Dueño de vastos conocimientos de anatomía, adquiridos a través del examen de los cadáveres, el autor refuta el dogma aristotélico que hacía derivar los nervios del corazón y no del sistema nervioso central, como él afirma; y su patología es galénica, esto es, esencialmente humoral. Las pres­cripciones terapéuticas que indica son de una claridad y sencillez hipocráticas y an­ticipan ya la conciencia científica ajena a las visiones y tratamientos charlatanescos, que se afirmará más tarde en la edad mo­derna.

De todas formas, junto a cuestiones de real valor científico, el Conciliador con­tiene extrañas cuestiones entonces discu­tidas: si la naturaleza del aire es fría o caliente, si los eméticos son favorables para las funciones visuales, si el dolor es sínto­ma o enfermedad, etc. La obra es notable, no sólo desde el punto de vista de la medi­cina, sino también por los vastos conoci­mientos de física, astrología, química y fi­siología que demuestra el autor. Conciliar la medicina con la filosofía significaba liberarse de la autoridad dogmática de la tra­dición, y conservar la libertad de pensa­miento y de juicio, aspiraciones que se afirmarán en el Renacimiento y de las cuales Pietro d’Abano es un precursor.

G. Rignani