El Calavera Extraviado y otras Poesías de A., Matthew Arnold

[The Strayed Reveller and Other Poems by A.]. Bajo este título, publicó el poeta inglés Matthew Arnold (1822-1888), su primera colección de poesías en 1849. Comienza el pequeño vo­lumen con unos cuantos sonetos de los que el primero y mejor, «Trabajo tranquilo» [«Quiet Work»] es una declaración de amor y de fe a la naturaleza, que frente al dis­corde tumulto de los hombres, sabe con­ciliar los opuestos extremos de la Fatiga y la Tranquilidad, del Trabajo y el Des­canso. «El calavera extraviado», poemita que da nombre a la colección, nos lleva al luminoso mundo de la Hélade, a la casa de Circe, en la que un joven, embriagado por la mágica copa de la diosa, describe a Ulises las alegrías y sufrimientos de su destino de poeta, del que da la hermosa definición: «Ver como un Dios y sufrir como un hombre». La métrica irregular y sin rima, trata de reproducir el efecto de las odas morales de la tragedia ática y es una muestra de la tendencia de Arnold a injertar la tradición clásica en el suelo de la literatura inglesa. Con el «Enfermo rey de Bujara» [«The Sick King in Bokkhara»] nos hallamos en la Persia fabulosa, en la atmósfera de los poemas de Firdusi; se tra­ta de un episodio alucinante en un período de sequía y de fiebre: un hombre que ha sustraído a los suyos un poco de agua para aplacar su sed, pide al rey que le castigue con la lapidación; inútilmente trata el rey de salvarlo; él quiere sufrir su pena y el soberano, enfermo también, sintiendo en sí la fuerte hermandad que le liga al oscuro culpable, ordena que le sepulten con todos los honores; el poemita retrata con fideli­dad la atmósfera enferma y ligeramente morbosa del ambiente y la angustia del rey en su humana conmoción.

Después de las notas clásicas y orientales, nos hallamos en el mundo de la pura fantasía con «El tritón abandonado» [«The Forsaken Mer­man»]; es la historia de un tritón aban­donado por su esposa, humana, que sin­tiendo resonar las campanas en la tierra, siente la imperiosa necesidad de abando­nar su casa del fondo del mar para salir a rezar en la iglesia; ahora en las noches de luna, el tritón y sus hijos salen tam­bién ellos a la tierra y llegan hasta la ven­tana de la mujer, que oye sus invocacio­nes pero no se atreve a volver. El breve poema está empapado de una melancólica nostalgia, de una dulzura un tanto velada que lo hace profundamente sugestivo tanto para los niños como para el público más maduro. La colección termina con una bre­ve poesía, «Resignación» [«Resignation»] en la que vuelve al tema de la naturaleza tranquila y eterna, contrapuesta a la fútil y transitoria vida del hombre, poemita en el que se nota la viva influencia de Wordsworth, pero velada por cierto sentido de melancólica lucidez. Arnold, en cuya poesía hallamos claramente delineado el drama Victoriano entre inspiración poética y exi­gencia intelectual, nos da en esta su pri­mera breve colección, como en una sín­tesis, los motivos que animarán más tarde su poesía más madura. Trad. italiana del «Tritón abandonado» de M. Praz, en Poeti inglesi dell’Ottocento (Florencia, 1925).

A. Prospero Marchesíni