Ocho discursos, en parte fragmentarios, de Quinto Aurelio Símmaco, noble romano que vivió en el siglo IV d. de C., famoso como uno de los últimos y más convencidos defensores del paganismo y en general del culto y de las instituciones de la Roma antigua. Los Discursos son, junto con otros, expresión del florecimiento de la elocuencia panegírica que caracteriza el final del tercero y todo el cuarto siglo d. de C.: tres de ellos fueren pronunciados por Símmaco en edad juvenil en honor de los emperadores Valentiniano I y Graciano; en el cuarto el autor expresa su gratitud en el Senado, aproximadamente por los mismos años, y pertenecen al género panegírico. Tenemos además noticia del contenido de otros discursos de Símmaco que no han llegado hasta nosotros. En los Discursos, como en sus Epístolas (v.), Símmaco cuida mucho de la forma, y sacrifica a ella viveza y color. Así, su estilo, estudiado con todo detalle según los preceptos de las escuelas retóricas de su tiempo, carece de naturalidad y resulta algo frío e impersonal.
C. Schick