[Discours sur les révolutions de la surface du globe]. Publicada en 1815, es la obra en que el autor ideó y expuso su célebre tesis sobre los cataclismos, es decir, las súbitas y violentas agitaciones de la corteza terrestre: estos se habrían producido en períodos sucesivos, acompañados por alternas elevaciones y regresiones del mar y de las aguas dulces. Prueba, y al mismo tiempo objetivo de la tesis sostenida, eran los hallazgos paleontológicos a los que Cuvier se había dedicado profundamente.
Las faunas y floras de vastas regiones del globo serían destruidas así, y periódicamente reemplazadas con migraciones de otras especies. La opinión corriente atribuye a Cuvier la tesis de creaciones sucesivas después de cada cataclismo, pero él, creacionista convencido, nunca formuló por escrito dicho pensamiento, que debe más bien atribuirse a sus discípulos y continuadores. Su teoría tuvo gran predicamento entre sus contemporáneos y aparentemente pareció salir victorioso en la controversia con Geoffroy Saint-Hilaire, quien sostenía la opinión de Lamark sobre el transformismo, en una controversia que se desarrolló durante diez largos meses en la Academia de Ciencias de París.
E. Baldacci