[Tagebücher]. Fueron publicados por vez primera en 1885-87 por Félix Bamberger, un amigo del autor, el cual se arrogó el derecho de mudar el texto y hacer eliminaciones arbitrarias e inadmisibles. En 1903 hizo una edición crítica Richard Maria Werner. Los Diarios comprenden un período de más de veinte años, desde 1835, año en que el poeta dejó su aldea natal, a 1862, pocos meses antes de su muerte.
En conjunto ofrecen un cuadro fascinador y altamente interesante no sólo de la evolución interior del poeta, de sus luchas, de sus aspiraciones, sino también de la vida literaria de su época. Toda la profunda humanidad de Hebbel se manifiesta en los Diarios, que fueron escritos exclusivamente para sí mismo, al menos en la primera época, sin pensar en una futura publicación. El poeta solía, después de algún tiempo, releer lo que había escrito y apostillarlo, de modo que podemos seguir su pensamiento sobre los mismos asuntos a través de los años. Los Diarios contienen apuntes para trabajos, ideas para futuros dramas, notas tomadas durante la lectura, trozos enteros de interés particular para el poeta, copiados de periódicos, y sobre todo, aforismos y pensamientos sobre toda clase de asuntos, de la máxima profundidad y originalidad, que nos hacen conocer la personalidad del poeta casi mejor que sus demás obras.
No se trata, de ningún modo, del árido diario de un cronista: pasaban meses sin que Hebbel anotara nada; fijaba en el papel sólo lo que para él tenía significado interior: unas veces, el recuerdo de un estado de ánimo particular, otras veces una visión de intensidad desusada, otras, un pensamiento que dominaba su mente o episodios característicos que se le ocurrían, de modo que los Diarios reflejan verdaderamente los momentos destacados y más significativos de su existencia espiritual.
C. Gurrieri