[De Universo aut de rerum naturis]. Obra del sacerdote alemán Rabano Mauro (hacia 776-856), renovador de los estudios en la Germania carolingia.
Es una compilación característica del saber de entonces, dedicada al emperador Ludovico Pío, hacia el año 844, en 22 breves libros. Pretende ser una exposición «de la naturaleza de las cosas, de las propiedades de las palabras y finalmente del significado místico de las cosas». En realidad, su estudio parte de las palabras, cuya etimología analiza, para llegar a precisar el significado e importancia del objeto indicado; pero con frecuencia va más allá de la etimología y entonces apreciamos un cierto desarrollo doctrinal, generalmente basado en San Agustín o bien en San Gregorio Magno. Así, parte de Dios, considera brevemente los ángeles y pasa a examinar los nombres de las grandes figuras del Viejo Testamento y después del Nuevo y, finalmente, los términos referentes a la vida y organización de la Iglesia.
Ofrece, seguidamente, una introducción elemental a la Biblia (v.) en forma de una nomenclatura de sus términos, de los géneros literarios que ofrece, los elementos de la liturgia y de las prácticas sacramentales. En el libro VI pasa a estudiar al hombre, su morada, su edad y la organización de la familia; vienen a continuación los animales y las plantas, según las variedades de sus especies, el mundo y sus divisiones, el tiempo, las gentes y su distribución sobre la tierra, y termina con los vestidos, actividades bélicas y juegos. Es, por consiguiente, una especie de diccionario universal, en gran parte entresacado de las Etimologías (v.) de San Isidoro de Sevilla y de la Naturaleza de las cosas (v.) del venerable Beda, en el que el autor nos ofrece, con claridad y concisión, las noticias recogidas por los eruditos predecesores en materia de física, medicina, geografía, zoología, botánica y mineralogía, completándolas frecuentemente con la explicación del significado alegórico o místico de las palabras y de las cosas, para secundar el espíritu del tiempo, dirigido a investigar lo desconocido, lo milagroso y trascendente.
Aunque carente de originalidad, como todos los escritos de Rabano Mauro que compendian y resumen la cultura latina para darla a conocer a los pueblos germánicos, que apenas habían entrado en la órbita de la civilización occidental, es cierto que la obra Del Universo fue para muchas generaciones el tratado científico más amplio o accesible; y con su modestia y carácter elemental, mantuvo vivo el culto de las ciencias naturales y el interés por el mundo terreno. Para nosotros encierra un interés exclusivamente científico, como testimonio de las ideas medievales.
M. Bendiscioli