Crónica del Emperador Clarimundo, Joáo de Barros

[Chrónica do Emperador Clarimundo]. Novela caballeresca del escritor portugués Joáo de Barros (1496-1570); pu­blicada tal vez en 1520. El autor finge ha­ber traducido la obra de un original hún­garo. Clarimundo, hijo de Adriano, rey de Hungría, y de Briaina, hija de Claudio, rey de Francia, niño aún, es confiado a la cus­todia del conde Drangel, pero por intri­ga de una esclava, es sustituido por el hijo de éste y dado por muerto. El conde huye. El verdadero Clarimundo, raptado por la esclava fugitiva, es abandonado junto a una fuente, donde lo encuentra y recoge doña Grionesa, viuda de Minarte y marquesa de Módena, desposeída por su cu­ñado Fileno, duque de Ferrara. Clarimun­do, con el nombre de Belifonte, es edu­cado por Grionesa y al llegar a la edad adecuada es armado caballero por el rey Claudio de Francia y da principio a sus aventuras. Reconquista el marquesado de Grionesa y mata a Filenore; combate con Asquinante, su tío, y le vence; encuentra a Diñarte, que es su hermano, vence gi­gantes y caballeros, deshace un atentado contra el rey Claudio, que es su abuelo, salva de un gigante a Briaina, su madre, y es reconocido como Clarimundo y recibido triunfalmente en la corte. Pero pronto re­anuda su vida caballeresca y es vencido por Amor.

Con el nombre de Caballero de las Lágrimas Tristes da cima a infinitas em­presas, hasta que liberta a Clarinda, hija de Polinario, emperador de Constantinopla, y la acompaña a la corte. Se enamora de ella, pero luego pierde la memoria y se aleja de nuevo. Después de varias aventu­ras acompañado del mago Fanimor, va a las costas de Cintra donde vence a un gi­gante y Fanimor le predice las gestas de sus descendientes en Portugal. Vuelto a la corte imperial se casa con Clarinda y es coronado rey de Hungría y emperador de Constantinopla. De él nace don Sancho, que por encanto desaparece de la corte y va a España, donde ayuda al rey Alfonso en la guerra contra los moros, se casa con su hija Lucinda y hereda el reino. Su hijo, el conde Enrique será padre de Alfonso Enríquez, cabeza de la familia real y fundador del reino de Portugal. La novela, compuesta en prosa y en verso (la tradicional octava), repite mecánicamente, a caballo de fórmu­las fantásticas y estereotipadas, situaciones y motivos comunes en la literatura caba­lleresca avivándolos, no obstante, con cierto interés poético. Pero la obra es notable so­bre todo por el tono de exaltación patrió­tica que adquiere la genealogía de la casa reinante, exaltación que tomará una forma más decidida y concreta en Décadas asiáti­cas (v.), donde parece anticiparse a Los Lusiadas de Camóes (v.).

L. Panarese