Único de este género entre las obras del músico Giovanni Sgambati (1841- 1914), compuesto alrededor de 1880 y publicado, como op. 15, en Maguncia, en 1882. Concebido según el esquema clasicorromántico, en tres tiempos («Allegro-Adagio-Allegro») y en la tonalidad de «sol menor», revela, en comparación con los Quintetos (v.) del mismo autor, una mayor madurez tanto en la forma como en la inspiración. Esto se refiere especialmente al primer tiempo, en que la introducción orquestal, sombría y conmovida, no sin alguna resonancia de Liszt, es muy acertada, como la entrada del piano que expone el primer tema, comedido y noble, mientras el segundo tema (lo que a menudo ocurre en Sgambati) es más débil, notándose en su desarrollo, bello en algunos momentos, cierta prolijidad. Hacia el fin de este tiempo se introduce una «cadenza» pianística obligada, o sea no dejada al arbitrio del ejecutante (como en la tradición clásica en el período que va de Mozart a Beethoven) sino escrita expresamente por el autor. En su conjunto, este tiempo figura tal vez entre los logros más felices de Sgambati, por la variedad y fusión de las sonoridades pianísticas y orquestales. El segundo tiempo, «Romanza», es de expresividad tranquila y dulce, en discreto contraste con el primero. El tercero y último, en forma de «Rondó», menos consistente que los demás, es, en su inspiración, sin embargo, brioso y de rica factura; el tema principal es del tipo de los de Brahms, y los episodios pianísticos son, aquí como en todo el Concierto, muy elegantes y ornados. A los méritos intrínsecos de la composición, se añade el histórico, o sea el de figurar entre las primeras y más notables manifestaciones del renacimiento instrumental italiano de la época.
F. Fano