[Kaerlighedens Komedie]. Comedia en tres actos y en verso del noruego Henrik Ibsen (1828-1906), escrita en 1862. Es una de sus obras juveniles más notables. Ofrece un cuadro satírico e incluso, en muchos aspectos, verdaderamente caricaturesco de la pequeña burguesía noruega. Vemos hombres que en la juventud tuvieron audacia y propósitos heroicos, reducidos a conservar el modesto bienestar de su hogar; a jóvenes ardientes, anhelantes de arduos apostolados y que, apenas casados, renuncian sin dolor a sus generosos designios; mujeres garridas y vacías y hombres de ardiente corazón y rígida existencia. Entre este mundo pasa, riendo y haciendo reír, amargo y castigador, el joven poeta Falk, el rebelde que quiere preservar su espíritu de toda caída y de todo compromiso. Ama a Svanilde y quiere que su amor conserve siempre el fervor y el perfume de ahora que no se convierta en una costumbre matrimonial. Svanilde está dispuesta a seguirle.
Pero uno de los hombres a quien más ha flagelado Falk, el comerciante Guldstad, abre los ojos de ella: también su amor declinará, y ¿qué será de él si, al sentimiento embriagador de ahora no le sustituye luego un afecto más tranquilo con los deberes que ese afecto comporta? Falk podrá hallar una meta digna en el desenvolvimiento de su propia personalidad; pero, ¿a qué meta podrá tender Svanilde fuera de la de sacrificarse por él? Svanilde entonces se retrae. Los enamorados se separan para que quede pura e íntegra la luz que encendió en ellos el amor. La comedia del amor está toda ella transida por un cálido espíritu juvenil que a veces palpita con fuertes acentos que revelan un temperamento excepcional de poeta todavía en fermentación; pero en conjunto, es una obra inmatura que no deja presentir el arte mayor de Ibsen, siempre condicionado a lo que el protagonista parece negar: las exigencias morales. Y decimos parece, porque Falk es un personaje débil y confuso. «En la cima de donde ha descendido — dice justamente Scipio Slataper — además de aire puro había muchas nubes.» [Trad. de Pedro Pellicena Camacho, en Teatro completo, t. III (Madrid, 1916)].
G. Lanza
Es apasionada, audaz hasta la impertinencia. (Merejkowsky)