Novela de costumbres del escritor cubano Cirilo Villaverde (1812- 1894). Es la obra más representativa de la novelística cubana. Su título completo es Cecilia Valdés o La Loma del Ángel. Pertenece al romanticismo, aunque no está exenta de valores realistas que no fueron del todo ajenos a exponentes de esta escuela, en los géneros de ficción. Es un amplio y vivido cuadro, de rico color descriptivo, de la sociedad cubana en las primeras décadas del siglo XIX. Naturaleza, tipos, instituciones, afanes y quebrantos, cobran animación en la pluma de Villaverde. Por las páginas de esta novela, cuya primera parte vio la luz en La Habana, en 1839, y que se publicó completa en Nueva York, en 1882, asistimos al drama de Cuba durante el primer tercio de la pasada centuria, pues nos ofrece las características de cada tipo de la escala social, desde el potentado, dueño de haciendas e ingenios azucareros, hasta el sufrido mestizo que busca el sustento en las reuniones y bailes de las clases pobres, desde el más alto dignatario del gobierno, hasta el triste esclavo que sufre las torturas del tormento’ al que se denominó «bocabajo», por la posición en que era colocada la víctima. En la técnica de esta novela se aprecia la influencia que en el autor ejerció Walter Scott. A través de sus capítulos (encabezados con lemas que recogen pensamientos de diversos autores universales) pasan las costumbres cubanas en la ciudad y en el campo, con todas sus peculiaridades, en las distintas clases sociales; cruzan los altos ideales de quienes aspiraban a una superación colectiva, empequeñecida por los vicios, las crueldades, la esclavitud, la insania gubernamental y las prerrogativas de los privilegiados.
Cafetales, fábricas azucareras, fiestas populares, tradiciones religiosas, abismos abiertos entre razas, plazas y templos, prejuicios y sistemáticas normas en las relaciones sociales, diversiones típicas, escuela y mercado; en fin, todo’ cuanto alienta el panorama cubano, en lo urbano y en lo rural, en los años coloniales a que se refieren las acciones de esta novela, palpita y toma relieve. Desarróllase en la nóvela un idilio entre una mestiza de singular belleza y un joven blanco, rico, estudiante del Seminario de San Carlos (la institución docente más significada por entonces), que resultan ser hermanos. Es la época del general Vives, Capitán General de la Isla de Cuba. Alrededor del idilio juegan otras acciones y se relatan episodios diversos que dan amenidad al conjunto. La evocación del barrio del Ángel, en la capital de Cuba, escenario de los pasajes más importantes del drama central de la novela, lo hará perdurable, a pesar de su progreso urbano actual, pues tal es el milagro de color y de emoción que nace de la hábil paleta literaria de quien fue maestro de la descripción y del relato. El idilio se resuelve en un trágico desenlace, en que la bella mestiza, Cecilia Valdés, burlada por el rico joven, cuenta su desventura a José Dolores Pimienta, un músico que era su platónico amador, quien, sin atender a las súplicas de la joven, da muerte a su burlador, cuando éste se dispone a desposarse con una muchacha perteneciente a las clases pudientes de la Isla. En una prosa clara y precisa, Cirilo Villaverde no solamente nos ofrece una admirable exposición de las realidades y desventuras de su patria, sino que desenvuelve, con creciente interés, la trama amorosa, en cuyos resultados fatales influyó, además dé la diferencia de origen de los protagonistas, la lógica oposición del padre del disoluto joven (acaudalado hombre de negocios) quien conocedor del secreto que une en vínculo de sangre a Cecilia y a Leonardo Gamboa (nombre del amante burlador), contribuye con su influencia y con sus recursos a evitar aquella unión que habría de ser monstruosa.
J. J. Remos
* Inspirada en la novela y con el mismo título, el músico cubano Gonzalo Roig compuso una zarzuela que a su estreno obtuvo un gran éxito.