[Aymeri de Narbonne]. Cantar de gesta en series de decasílabos rimados, los cuales acaban con un verso de seis sílabas. Compuesto a principios del s. XIII por el «elere» Bertrand de Barsur-Aube. Carlomagno (v.) vuelve de Roncesvalles; los doce pares han muerto y él los llora. Llegando ante Narbona quiere tomarla dándola en feudo a quien la conquiste: nadie se atreve y él profiere imprecaciones, hasta que Ernaut de Beaulande presenta al rey su hijo Aymerí que aceptará el peligroso feudo. Es el mismo muchacho que le resistió orgullosamente en la empresa narrada en el Gerardo de Viena (v.). En tanto Aymerí se enamora, por la fama de su belleza, de Ermengarda, hermana del rey de los longobardos, la cual le ama desde lejos, a causa de sus hazañas. Envía mensajeros a Pavía, que al principio no son muy bien recibidos por el rey; pero éste consiente por fin en el matrimonio de su hermana con un héroe rico y fuerte como Aymerí, quien marcha entonces. El poema iniciado en tono heroico se prolonga sobre los motivos más galantes de la epopeya nupcial, para pasar luego nuevamente a lo heroico. Mientras Aymerí se entretenía en Lombardía, los sarracenos han sitiado Narbona; pero él, que acaba de llegar, les vence, y la noche de la lucha suprema, le llevan su prometida a él, herido y cubierto de sangre: allí, en el campo, se celebran las bodas. El mundo heroico y caballeresco de la época de las Cruzadas se mezcla aquí con un espíritu cortesano propio de la sociedad del tiempo. Como sucede a menudo en los más antiguos cantares de gesta, se une a la gesta heroica una aventura de amor. Se hicieron muchas refundiciones y versiones de este cantar; hasta el «Aymerillot» de Víctor Hugo en la Leyenda de los siglos (v.).
C. Cremonesi